His Master’s Voice – Stanislaw Lem

[Tiempo de lectura 4 m]

His Master's Voice
Stanislaw Lem es, creo yo, el mejor autor de Ciencia Ficción del mundo. Sus historias se desvían de la norma de aventuras y acción, y eso no es todo, si crees que Asimov es cerebral, Lem hace verlo como un mono con máquina de escribir.

Lem tiene un estilo único, que puede variar desde lo más increíblemente ridículo, pero con una lógica absoluta y aplastante, además de un humor emocionante y perspicaz, como La Ciberiada, hasta un estudio filosófico con forma de novela sobre una sociedad que cambia hasta resultar irreconocible para un astronauta que regresa de un viaje estelar largo en Retorno de las Estrellas, pasando por la imposibilidad de comprender a seres de otros mundos, un tema recurrente, como en Solaris (dos veces llevada al cine, con poco éxito), El Invencible y His Master’s Voice (los pongo en el idioma en que los leí).

His Master’s Voice es la narración de Peter Hogarth, un matemático de primera línea, que se ve involucrado en un proyecto secretísimo, que involucra muchísimos científicos, militares y políticos. Hogarth nos cuenta sus misfortunas, sus interrelaciones con el demás personal, sus amistades, sus miedos, éxitos y fracasos, y Lem, con su habilidad de siempre, mezcla en ello teorías científicas nuevas, nada descabelladas y del todo plausibles, términos incomprensibles, astrofísica, termodinámica… Como es usual en sus novelas, Lem hace a sus personajes desarrollar teorías alternativas sobre eventos comunes (mas no cotidianos), como el nacimiento del universo, la vida, y no conformándose con eso, no ofrece una ni dos, sino varias teorías cada una más ¿ah cómo no se me ocurrió eso? que la anterior, y así somos llevados por los problemas, hallazgos, descubrimientos y demás, del gran muro que la humanidad está a punto de enfrentar.

Un ejemplo sigue, en el que prácticamente nos dice que la entropía explica la destrucción innata en el hombre, ya lo sabíamos, pero Stanislaw nos lo explica como a niños de kinder.

[…] he declared, for instance, that really all the basic drives providing the motive force for human action could be derived directly from physics — but physics in the broadest sense of the word.

The urge to destruction is deducible from thermodynamics. Life is a fraud, an attempt at embezzlement, seeking to circumvent laws otherwise inevitable and implacable; insulated from the rest of the world, it inmediately enteres the path of decay, and that inclined plane leads to the normal state of matter, to the permanent equilibrium that is death. In order to continue living, life must feed on order, but because there is no order — none highly organized — other than life, it is condemned to consume itself. It must destroy to live, must take its nourishment from systems that are nourishment only to the extent that they can be ruined. Not ethics but physics determines this law.

Esta novela es muy corta, y afortunadamente por que es de sus más densas, pero tiene momentos realmente sublimes. La premisa es que la humanidad ha dado con un artefacto y trata de comprenderlo. Del estudio del artefacto surgen varios campos y conocimientos totalmente nuevos para la ciencia, y del razonamiento de su origen nos quedan varias explicaciones increíbles, pero lógicas y posibles, que acaban involucrando nada más y nada menos (pues estamos hablando del Señor Stanislaw) que el origen mismo de nuestro universo. Y de paso nos pinta tipos de vida radicalmente distintos a los que conocemos, pero que siguen las mismas reglas infalibles de la lógica, se las ingenia para unir conceptos metafísicos con la física pura y real, y hacer que todo suene creíble, y nos enseña mucho sobre la naturaleza humana: realmente somos en extremo primitivos, y sumamente pedantes si creemos que podemos comprender nada.

Resulta increíble la capacidad de Hogarth—Lem—al ofrecernos nuevas vistas y debates sobre cosmología, filosofía, probabilidad, estadística, evolución, ética, la limitante humana al estudiar cualquier cosa desconocida, pues llevamos el bagaje humano y no podemos librarnos de el, con lo que la cosa estudiada resulta contaminada con nuestros prejuicios frutos de nuestra evolución y circunstancias particulares como especie. Incluso critica muy duramente a la ciencia ficción normal, o más bien, sus personajes lo hacen por el, llamándola aburrida, falta de ideas, sosa y monótona.

Es una historia de 10, me ha gustado muchísimo y como todo lo que he leído de Lem (excepto tal vez Memorias Encontradas en una Bañera) me deja con un sabor de boca que ningún otro autor de CF puede lograr. Stanislaw realmente tenía talento.

Por cierto, declinó en ocasión una membresía a una asociación norteamericana de escritores de ciencia ficción alegando que la CF gringa era, prácticamente, una porquería. Philip K. Dick se salvó, Lem no lo consideraba tan inepto, a lo que Dick, haciendo gala de una ineptitud monumental, dijo que creía que Lem era un comité comunista y así se lo comunicó al F.B.I.

No olviden leerlo, pero no sería lo primero de Lem que les recomendaría, Retorno de las Estrellas y El Invencible como novelas primero, Ciberiada y Fábulas de Robots intercaladas (son cuentos cortos), luego tal vez Solaris y ya entrados en forma His Master’s Voice. Ya saben donde conseguirlos.

Merece:

*****
Ah, por cierto (aunque no crean que olvidé mencionarlo antes), el artefacto: La Tierra recibe un mensaje artificial de las estrellas, y la humanidad se enfrenta muy a regañadientes con la realidad de su incapacidad absoluta de comprenderlo, y peor, su incapacidad de aceptar que no puede comprenderlo, por tanto interpretándolo de mil y un maneras distintas, todas posibles—ninguna de las cuales puede resultar en daños a la humanidad, pues así de avanzada era la especie que lo originó.

Codex Seraphinianus

[Tiempo de lectura < 1 m]

Codex Seraphinianus

Este códice escrito por el arquitecto y diseñador industrial Luigi Serafini de 1976 a 1978, es de las cosas más extrañas que el hombre haya visto.

Es una descripción de un mundo alienígena, utilizando un lenguaje alienígena, y el resultado es totalmente indescifrable.

No se lo pueden perder, en babilonia como siempre.

The Fountain

[Tiempo de lectura < 1 m]

The Fountain

Estoy seguro que muchos ya vieron la película, completa y totalmente indescifrable, pero muy hermosa y triste, pues entonces no duden en leer la novela gráfica, también de Darren Aronofsky, y según es la versión más cercana a su idea original.

Isabel, reina de España, Tomás el conquistador, viajeros espaciales, Xibalbá, Chetumal, un anillo de oro, una daga ceremonial, la expulsión del hombre del jardín del paraíso, y el Arbol de la Vida, todo sublimemente ilustrado por Kent Williams.

Hasta cierto punto la historia tiene más sentido en la novela gráfica, y a mi gusto es (como siempre) mucho muy superior a la cinta.

Ya saben, en babilonia.

5 estrellas sin duda.

*****

Bibliotheka

[Tiempo de lectura < 1 m]

Los que ya hayan visitado babilonia seguramente se habrán maravillado de la extensa colección de libros disponible, unos 400 (solo libros) en total.

He aquí Bibliotheka, mantenida por un amigo, ¡no olviden visitarla!

¿Mencioné que tienen 40 000 libros ahí?

The Descent – Jeff Long

[Tiempo de lectura 3 m]

The Descent - Jeff Long
Esta novela, que no tiene nada que ver con la película homónima, de hecho esa película puede considerarse un pequeño capítulo del libro, es una novela casi como dios manda.

Y eso por que prácticamente trata del infierno.

La premisa es que una subraza, u otra especie, de homínidos viven en el submundo, y el submundo es una impresionante y gigantesca colección de cuevas, túneles, espacios y océanos bajo todo el planeta, que en su conjunto hacen más superficie que todos los países juntos.

Estos homínidos, homo hadalis, son una especie degenerada y ahí es donde apenas comienza el misterio.

Los primeros capítulos tratan de avistamientos aislados; unos montañeros en el Himalaya, una monja en África… Eventualmente los ejércitos comienzan el descubrimiento y ocupación de los túneles superficiales, para ser asesinados por millares por los hadales.
Y estos episodios son cuentos cortos por mérito propio, contribuyen a la novela mucho tiempo después, cuando las historias se hilan, pero mientras tanto resultan tan interesantes que uno no puede dejar de leer.

Entonces las corporaciones toman el lugar y se dedican a modernizar y llevar la civilización a los túneles y cuevas. Montan una expedición a lo largo del pacífico, de descubrimiento y colonización.

Y somos llevados por el inframundo, por Ike el montañero, pasado esclavo de los hadales, Ali la monja escolar, miembro honorario de la sociedad de Beowulf, que se dedican a desentrañar los misterios del subplaneta y su supuesto líder, científicos, mercenarios y soldados y miles de millas bajo la cama oceánica. Hadales, prisioneros, caudillos… Y pinturas ¿rupestres? No, la civilización hadal da muestras de una riqueza inimaginable, ellos ya tenían ciudades cuando, hace 20mil años, los homo sapiens estaban chocando piedras para ver si prendían.

¿Son los hadales nuestros mentores? ¿Nos invadieron en algún momento de nuestra infancia homínida? ¿O más bien, descienden de los homo erectus? ¿O nosotros de ellos?

Una novela sumamente gráfica, como debe de ser, pues es novela, increíblemente intensa, demasiado envolvente, con muchas historias que se entrelazan en los momentos menos pensados, incluso al final hay varios puntos de intersección que no se vislumbraban. Piensen en Viaje al Centro de la Tierra combinado con Stephen King y tendrán una idea de lo que viene.

Estoy muy tentado, pero no quiero decir mucho de la trama, pues es darle al traste (aunque se que poquísimos la leerán), pero podemos decir que de una historia de montañeros en el himalaya que descubren por necesidad un sistema de túneles, y una momia sumamente anormal, acabamos redimiendo al mismísimo Satanás, sin olvidar sentir mucha lástima por una especie degradada y degenerada, que huye de los invasores humanos. Sociedades escolares secretas, milicias, líderes de corporaciones con delirios de grandeza, cautivos humanos que sorprenden por sus identidades, guerras biológicas, y sobre todo, leyendas, de esas que solamente se susurran al calor de la fogata, de esas que hablan de canibalismo, demonios. El Inframundo.

La disfruté horrores, es una novela genial, el único problema que le veo es el final. No por que sea malo en si, pero deja la sensación de apresuramiento, de que el autor ya no sabía como terminarla y opta por la solución rápida y fácil. Insisto, no es mal final, pero pudo haberse prestado para continuaciones, o al menos para expectativas y el clásico “interprete el lector lo que desee de los acontecimientos posteriores” que hace a las novelas geniales memorables.

No duden leerla y disfrutarán de fosforescencia cretácea en paredes gigantescas de abismos insondables, océanos que despiden pálidos reflejos en la noche eterna, habitantes suterráneos subhumanos con dialectos diversos, costumbres, e historias de 20mil años de antiguedad. Incidentalmente, el infierno saca lo peor del ser humano a flote, pues dejando de lado la amenaza hadal, los humanos expedicionarios (y sus líderes en la superficie) hacen gala de toda una pletora de abominaciones prehistóricas y comportamientos salvajes que avergonzarían al peor.

Así, una de mis novelas favoritas, ya saben, el que la desee que deje un comentario y le digo donde puede comprarla.

Desafortunadamente, el final le quita la excelencia.

****½
Ojo, aunque le di 5 estrellas a la película, la novela es infinitamente mejor; como ya dije, la película cabe en un capítulo pequeñito del libro.