Quizás es que estoy un poquito informado—trato, al menos—que no me quedo en las noticias de Telerisa, el Universal y Carlos Loret, que he leído algún libro al respecto (léanse El Cártel Negro, y Pemex RIP de Ana Lilia Pérez, y La Desnacionalización de Pemex y también Muerte de Pemex y suicidio de México de Alfredo Jalife Rahme, y de paso búsquenlos a ambos en YouTube), y por ello es que esto del desabasto ni me sorprende ni me era inesperado. En reuniones con amigos (ya sé, suena a cliché), les he dicho muchas veces que el huachicoleito era ínfimo en comparación con el robo real, el institucional dentro de PEMEX.
Pero parece que a todo mundo le agarró por sorpresa la falta de combustibles, ¿qué esperaban? ¿Tan mal informados estaban que pensaban que se iba a combatir el huachicoleo de verdad—no como Calderón que solo mandó matar a los huachicoleros, o como Fox que parece ya se le olvidó (y a la gente) que causó desabasto de gasolina en Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán en 2004—y no iba a pasar nada, y el flujo diario de combustible a todos lados seguiría igual?
Oigan, pues ¿qué no vieron “fallar” los planes de los presidentes anteriores, que “combatían” el efecto y no la causa? Ah, perdón, es de que mientras a ustedes no les afecte, todo bien, ¿no? A eso quiero llegar.
El gobierno actual está haciendo lo mejor que puede—ciertamente por lo menos mejor que los anteriores—literalmente cerrando las llaves de la gasolina y llevándola de otra manera, ¡es obvio que esa otra manera no va a dar el ancho de la red nacional de ductos! ¡Es obvio que las pipas y la gasolina que se está comprando desde hace mucho (¿pero, que necesidad tenemos de comprar gasolina de otros lados?) de Europa y Singapur no alcanzará!
Pero es que, ¡no hay otra manera de combatirlo!
Así se está logrando, con un solo movimiento:
- Eliminar al 100% la ordeña de ductos, pues ya no pasa gasolina por ellos—de los que cerraron, se entiende.
- Darse cuenta quienes compraban—o eran obligados a comprar—huachicol.
Lo que sí me sorprende—y bueno, entenderemos que es obvio—es la reacción de muchos en las redes sociales, panistas en especial, que desean ya linchar al presidente naco-mesiánico, que claman a gritos sus litros de gasolina y no entienden los porqués del desabasto, y más allá de no entender esto tan básico, son sordos por completo a explicaciones, y también—que es lo más preocupante—no están dispuestos a hacer el sacrificio “enloque”. Las exigencias y quejas del PRIAN nos las vamos a ahorrar; ya no engañan a nadie, ¿cierto?
¿Por qué no entienden? Además de porque les está afectando el desabasto—y no solo a ellos, a todos los afectados, si se puede decir—tampoco se nos tiene que olvidar que no por ser panistas leen o saben más, de hecho es justo lo contrario: los que votaron por AMLO tienen mayor escolaridad (estoy segurísimo que esto es lo que más les duele a los panistas clasistas racistas, en particular a los de Puebla: saber que ellos son los ignorantes, saber que los pinches nacos indios morenos son más listos y están mejor informados y se preocupan más por el país y están dispuestos a aguantar el cambio y hacer el cambio). Lo que además es cierto es que son justo los caciques panistas los que están cayendo y huyendo por el huachicol.
¿Cuál sacrificio? Digo, si queremos un México sin corrupción, que PEMEX vuelva a ser del país y no de los ladrones, ¿qué no es obvio que hay que voltear al país de cabeza? Esto por supuesto tiene consecuencias, como las que se están viendo, y habrá más, ¡el sexenio apenas empieza! Y si deseamos realmente un cambio pues debemos estar dispuestos a hacer nuestra parte, y ni modo, ¡aguántese sin gasolina un rato! ¿Que por qué? Porque las necesidades de muchos son primero.
Se entiende a la perfección que si vives del otro lado de la ciudad, si tienes que transportar x e y, si esto y aquello y lo que mande usted: sí. El descontento social ante la falta de combustible es muy comprensible, y es que ¿por qué me tengo que joder yo y no los demás? ¿Por qué solo hay desabasto en CDMX y no en la Puebla huachicolera, por ejemplo? ¿Por qué me quitan mi gasolina por su pinche cambio? ¡Yo no voté por ustedes; yo estaba muy bien con el PRIAN!
Se entiende que muchos no tengan más opción que el auto, que es otro triste tema de movilidad, que no puedan usar bici o—dios no lo quiera—el transporte público que siendo honestos no sirve, es insuficiente y es otra cosa que habrá que cambiar aluego, que tengan que gastar más en Uber y taxis. Se entiende que dependamos totalmente de los hidrocarburos.
Aquí nos explica la autora que mencioné, como funciona el robo de y a PEMEX:
Pero, por cierto, ¿no recuerdan las crisis Europeas setenteras de combustibles ocasionadas por guerras y dependencia? Bueno, seguro no las recuerdan pero ¡hay que informarse un poquito!
¿No saben qué hicieron países como Holanda ante dichas crisis? Imagínense lo que hicieron, que ahora son un paraíso ciclista y todos sus habitantes están de lo lindo de felices con sus calles llenas de árboles, peatones, bicis… y muy pocos coches; aprovechando, ¡justo eso tenemos que hacer!
Si queremos un cambio tenemos que hacer nuestra parte: Nos toca el aguante.
Las revoluciones exigen sacrificios, hay que entenderlos, aceptarlos, y adaptarse.
¿Por qué? Porque el bienestar de los mas puede más que el de los menos.
Tenemos que dejar atrás la mentalidad del beneficio personal ya que el bien común es más importante, el progreso—de verdad, no como el morenovallista de mentiritas, de concreto hidráulico y calles inundadas y puentes con tensores de adorno y ciclovías estúpidamente inútiles y caras—a la larga vale más que nuestra comodidad individual, o ¿es qué solo es de dientes para afuera y en realidad mientras tú estés bien, te da igual lo que le pase al país y a los demás?
Pues sí, esa es la triste mentalidad de muchos, de nuevo, panistas en general, que pregonan desear un cambio pero que a ellos no les cambie nada, un cambio por allá, donde a ellos no les afecte, que ni lo vean, y si les afecta ¡qué presidente tan pendejo, todo lo está haciendo mal; asesino!
El cambio, pero el cambio de verdad, no el de Televisa de “no des mordidas y se arregla el país, y únete a los optimistas”, no el falso progreso morenovallista, requiere CAMBIO.
Por otro lado, me parece hasta cierto punto un error la manera en que AMLO lo manejó—la información, digo, no el combate al huachicol—incluso creo trataron un poco de ocultar el desabasto, o esa impresión dió; lo que debieron haber hecho es muy poco después de la toma militar y el cierre de los ductos—porque es obvio que no podían anunciarlo antes, no le íbamos a avisar a los criminales los planes, como los gobiernos anteriores, ¿sí lo ven, no?—es, emitir un comunicado informando lo que se estaba haciendo y que se esperaban cortes en el abasto en tal y cual lado y que se haría lo posible por que fuera poco. En ese mismo comunicado exhortar a la población a aguantar, y recordarnos que todo es por un México mejor, que es por el bien común, insisto.
Pero es que esto quizás ocasionaría más pánico y más compras a lo loco y mayor desabasto. Es un arma de doble filo pero siento que la información y los hechos son preferibles a la desinformación; siempre es mejor saber. Así como dice que hay que irnos acostumbrando a la democracia, él y el gobierno en general deben irse acostumbrando a informarnos correctamente.
Queda claro puede darse el lujo de hacerlo por la enorme aceptación que tiene, ¡siete de cada 10 mexicanos están a favor suyo! Deberá tener cuidado ya que CAMBIOS como este, que afectan a la población por las razones que ya expliqué, pueden convertirse en descontento con su gobierno, por esas mismas razones; debemos tener siempre presente que el bien común triunfa al individual, ¡qué no se nos olvide tampoco!
…
Como pilón, si así estamos por un poquito de desabasto de gasolina, nomás imagínense como estaremos cuando nos falte el agua. Ah, panistas, AMLO es anti-fracking.