Acaba de publicar El País una entrevista con Elena Poniatowska, que era cool antes de ser cool “estoy con él [AMLO] desde que era jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Soy de las de antes, no de los de última hora. Fui a todas las manifestaciones y hablé en todos los templetes”, antes de continuar dale una leída por favor.
Siempre un placer leer a quien sabe escribir; hay una comunicación propia y—más importante, pues es justamente lo que garantiza la comprensión en el más básico sentido de estar de acuerdo en lo que se está diciendo o leyendo, nada que “para mi, esto significa aquello”—sin ambigüedades, ¡caray!
¿Elena Poniakién? Dirán justo aquellos a quienes este tipo de información serviría más, justo la chaviza de la que periodista opina:
Hay esquemas en México que parecen como una religión: siempre hablan, por ejemplo, del cantante José José, que es víctima y preso del alcoholismo, luego está su mamá, la típica mamá mexicana de ‘hijito, hijito’, su hermano envidioso, todas esas imbecilidades que de veras nos ahogan, de que tú eres víctima de tus circunstancias, en México, ese discurso es fundamental y es lo más nocivo que hay.
Y es lo más triste del asunto: Yo convivo con jóvenes por mi trabajo, puedo asegurarles que a la juventud no le interesa ya saber, “equis no importa” contestan. No sabe “investigar” (clic derecho, buscar con Google), y como no sabe leer, por no haber leído nada jamás, pues con trabajos sabe hablar. Mucho menos opinar, participar en la discusión.
No se puede uno comunicar con quien carece de los elementos básicos para comunicarse, de la manera más literal posible: no saber hablar por no saber leer por no haber leído nada jamás.
Esa juventud que perdió en algún momento la capacidad del pensamiento crítico y se cree cualquier sandez que se le ponga enfrente, sin tratar de pensar, analizar. Comprender. Preguntar a quien sepa.
Escribir ni siquiera aplica, es un arte olvidado.
https://www.youtube.com/watch?v=tywHJC3zju4
Understanding is a kind of ecstasy.
-Carl Sagan.
“Lo que nos sucede a la mitad de los mexicanos es que no sabemos de qué estamos hablando (risas). Tenemos una supina ignorancia. Los que saben en general son tan aburridos que no les sigue nadie…”, lo dicho; lo nuestro es la ignorancia como forma de vida, como virtud. ¿Leer? ¿Libros? ¿Noticias, blogs de interés general, de ciencia for dummies?
El tema va de la mano con no saber distinguir fake news, por pensar algo tan evidentemente sesgado como que el artículo “los robos de Anaylla el Canaylla” del sitio “noticias jarochas del feis punto com”, por decir de cualquier partido, tendrá información veraz sobre ese candidato. Esa incapacidad, producto de lo dicho, de no saber leer por no haber leído jamás, nos va a salir muy cara como país en unos años.
Soy periodista desde 1953, recibo los periódicos a diario. Me parece pobrísima, bajísimo y tristísimo el nivel del debate, la facilidad de palabra de López Obrador me deja pasmada (risas), se va a enojar…
/s.
Disculparán, pero tengo que aclarar fue sarcasmo de su parte, por aquello mencionado ya.
Tema de la mano, con la ignorancia digo, es la corrupción. La venta, saqueo, privatización masiva del país.
Los últimos años he tenido la enorme fortuna de viajar un poco por el sur de México—poco en verdad, ni se crean que tanto—y por todos lados es lo mismo: hectáreas de playa y terrenos vírgenes regalados a amigos empresarios y funcionarios de gobierno. Facilidades de pago y hasta dádivas a empresas extranjeras hoteleras y desarrolladoras. Cercas en nuestras playas. ¡Literal, rejas metálicas para que no entremos a nuestras playas! ¡Playas que deberían ser gratis en las que ahora te cobran $100 por entrar! Sin mencionar siquiera la compra—que más bien expropiación—de terrenos donde están las casitas de la gente, que prácticamente son desalojados de ellas, cuando la mancha urbana turística los alcanza.
El envilecimiento de México es tan profundo, ha llegado tan lejos… en las depresiones te dicen que hay que tocar fondo para volver a hacer pie, pero que tienes que llegar hasta el fondo. Espero que México haya tocado fondo, que no haya otra sorpresa catastrófica.
Lástima que se ve poco, pues la manera habitual del turista es llegar a su hotel y no moverse más de 3 o 4 cuadras alrededor, entonces no se da cuenta de todo esto que sucede un poquito más lejos de la zona turística por definición del lugar.
En fin. He tratado de dialogar de repente; de verdad es casi imposible, la barrera del no c y no me hinteresa empesar a saber es demasiado.
Imaginen que ustedes le entienden a algo muy difícil, a la Teoría de la Relatividad, por ejemplo. Ahora imaginen que deseas explicársela a alguien… El mayor problema será que el interlocutor carecerá de las bases para poder entender. No sabe de Física, de Astrofísica, de Termodinámica, y de cualquier cantidad de conocimientos previos, que tú das por sentado—creerá que los pársecs miden tiempo. Será imposible que le expliques, que te entienda.
Ahora imagina que no es la Teoría de la Relatividad lo que deseas explicar, sino cualquier cosa del diario, pero como las bases para ello son saber hablar y escribir y carecen de ellas, pues resulta igual de imposible el diálogo y la comprensión.
Es terrible.
Lo que nos sucede a la mitad de los mexicanos es que no sabemos de qué estamos hablando (risas). Tenemos una supina ignorancia. Los que saben en general son tan aburridos que no les sigue nadie…
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