La expulsión del paraíso y la evolución

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Expulsión del paraíso - Gustave Dore

¿Han notado la hermosa analogía entre la expulsión del paraíso y la evolución de la inteligencia humana?

Veamos, al hombre lo expulsó un dios muy infantil del paraíso después de probar el fruto del conocimiento. La mujer fue castigada a parir con dolor y el hombre a trabajar por su sustento (muy injusto si me lo preguntan a mi).

Ahora, la evolución de nuestro cerebro implicó una cavidad craneal cada vez mayor, y a su vez nuestra capacidad de caminar en dos piernas significó una apertura pélvica cada vez menor. Por esto es que los partos humanos son complicados. Y debido al rol evolutivo de la mujer como eje familiar, el hombre ha sido el que tiene que ir a cazar, sembrar, trabajar…

Muy hermoso, ¿no? Nos expulsan del paraíso por querer saber más, castigan a las mujeres con partos dificilísimos y esto tiene su espejo en cosas reales, nuestro cerebro (nuestro instrumento de conocimiento) evolucionó tanto que hizo que los partos fueran así.

A mi siempre me ha sorprendido esto, y estoy seguro haberlo leído de en algún libro de Sagan.

El llanto de los niños

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Todos hemos estado en el cine, restaurant, metro, etc… y el escuincle(a) de al lado no para de llorar.

Los primeros minutos lo toleramos, incluso hacemos lo posible por ignorarlo, pero después de un rato comienza a ser verdaderamente molesto; dirigimos miradas llenas de intención a la madre que lo carga.

Si esto persiste, habrá algunos que abiertamente callen al mocoso: “shhhh” se escucha por todos lados. En la sala de cine varios “niño, ¡calla a tu mamá!” se dejan oir.

Pero, analicemos un poco lo que sentimos en esas situaciones. Después de la molestia, el llanto de un niño en un lugar no apropiado te pone los nervios de punta, te pone de malas, en alerta total, y te deja un tanto como la sensación del golpe de adrenalina. ¿Por qué?

Pues, como a mi me encanta buscarle siempre los tres pies al gato evolutivo, ¡por selección natural!

El llanto de una criatura bien podía indicar nuestra posición al depredador hambriento, de ahí que resulte tan molesto y tan imperante hacer callar al niño, incluso llegamos a correrlos del lugar, mejor que se los coman a ellos que no a todos.

Así me lo parece a mi.

Carnívoros

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Consideremos que el homo comió carne como su dieta principal varios millones de años… al cazar, el animal soltaba grandes dosis de adrenalina y otros químicos a su torrente sanguíneo contaminando la carne que sería consumida después…

¿Tendría algo que ver esto con el rápido desarrollo del cerebro y la inteligencia humana en esos tiempos?

Nueva categoría, si a alguien se le ocurre un mejor nombre, avíse.