Historia

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Ahhh, ¡nada mejor que invasiones alienígenas y destrucciones planetarias!, así que aquí les dejo este cuento corto de nuestro buen rgr, que comenta aquí.

Este cuento lo meti a un concurso de cuentos locales “Premio Breve Acento” o algo asi. no ganó, es mas, ni siquiera entre los finalistas, pero es comprensible por que es un concurso como para relatos locales, mas tirados a la realidad y a la cotidianidad, pero me hubiera gustado alguna retroalimentación, digo, para ser lo primero que he escrito.
-rgr.

A mi me ha gustado mucho, divertido y entretenido, y con el giro sorprendente obligado. ¡Que lo disfruten!

Creencias Religiosas

[Tiempo de lectura 5 m]

Iba en taxi y escuché en el radio algo como “incluso los que no creen en nada, creen en no creer en nada, el ser humano necesita creer en algo…

Hace mucho que me convencí de que la estupidez humana no conoce límites, así que trataré de analizar esto desde otros puntos de vista.

En primero, la soberbia monumental al hacer una afirmación así es casi megalítica. ¿Cómo es posible que alguien afirme que todos debemos creer en algo, solo por que el cree en algo? Pues ahí tienen a casi todas las religiones, muchas gracias.

Luego tenemos la falta de pensamiento crítico inconmensurable. ¿En qué cabeza cabe que solo por que se es débil y además ignorante, y se recurre a una entidad ficticia para pedirle ayuda y apoyo y culparlo de nuestros problemas por que “así dios lo quiso”, todos debamos creer en algo?

Incomprensible.

Recién platicaba con una vieja conocida, ella es cristiana, y no sabía que yo soy ateo. Salió el tema y me miraba con una mezcla de asombro religioso, incredulidad mítica y condescendencia romana que no me la creía. Parecía que pensaba “¡Pobrecillo, ¿cómo puede ir por la vida así?” De alguna manera medio entendió que yo le rezaba a la santa muerte, pero eso fue solo por que su cerebro de pollo no le da para comprender el concepto de no creer en nada. Se lo expliqué. E insistía en que como era posible no creer en nada… meditó un tiempo y me espetó: “Con el tiempo, ya creerás, te irás acercando [al cristianismo].”

Si no me carcajeé fue por la absoluta sorpresa de que fui víctima. Su soberbia era solo igualada por su pensamiento nulo.
Alegué lo de siempre, que si ella era una persona débil e ignorante y necesitaba entes de ilusión para vivir su vida, no quería decir que todos lo tuviésemos que hacer. Que yo tenía una mente sana, juiciosa, y racional, y por tanto soy perfectamente capaz de darme cuenta de la absoluta innecesidad de entes así en el universo. Por que trato de conocer como funciona (el universo), y la seguridad de estos conocimientos me son más que suficientes para explicarme la vida. Ciertamente no requiero rezarle a un ser que no existe, que no me escuchará, que no realizará ningún cambio en mi vida, y que me estupidizará como a todos los religiosos.

¿Quién es una persona más sana? ¿Aquel que sabe como funcionan las cosas, o al menos trata, o el que le reza a cosas que no existen más que en la imaginación colectiva?

Sobra decir que mi “amiga” se tomó las cosas a mal y entendió que le estaba diciendo estúpida inculta, lo cual no está muy alejado de la realidad…

Un par de preguntas interesantes:
A los cristianos (católicos y similares desviaciones), ¿jamás han pensado que ustedes creen que casi el 70% del mundo está equivocado? ¿Por pura estadística, no es lógico suponer que el 70% esté correcto y ustedes no? ¿Por qué? Pues por que casi el 70% de la población mundial no es cristiano.

En sus pequeñas comprensiones ¿nunca han considerado que antes le rezábamos al dios del trueno y del maíz por que no comprendíamos la electricidad ni la agricultura? ¿Y que esto es un patrón, esto es, conforme nuestra comprensión del universo aumenta, nuestros dioses disminuyen?

En fin, no es el papel de la ciencia demostrar la no existencia de dios, pero si es interesante, clínicamente digamos, notar que la religión hace a las personas más estúpidas de lo que ya de por si eran. Otro punto notable es la bien conocida relación entre educación y religión. A mayor inteligencia y educación, menor religión. La religión es de los pobres y los estúpidos.

Ah, y pediría perdón por llamarlos así, pero ¿de qué otra manera se puede llamar a alguien que cree en cosas que a todas luces y efectos prácticos no existe?

Lo realmente interesante es que esto no solo aplica a las religiones, sino a cualquier creencia. Brujería, astrología, voodoo, fantasmas, vampiros, telepatía, auras… Todas, absolutamente todas las creencias son idénticas.
El que uno crea algo, no lo hace real. Hay personas en los manicomios que creen ser dios o Napoleón; lo creen tan firmemente que para ellos es innegable, pero eso no lo hace cierto, simplemente los hace locos. ¿Por que tu creencia es distinta? No lo es.

Pero me queda muy claro que el pensamiento crítico está escaso en este planeta, es mucho más cómodo rezar que molestarse en investigar como funcionan las cosas, en preguntarnos si lo que pensamos tiene alguna validez.

Ya se ha dicho, si una persona cree incoherencias, es locura. Si muchas lo hacen, es religión.

¿Por qué cree la gente tanto sinsentido? Ya nos lo explicó un poco Richard Dawkins: como palomillas en las que falla su sentido de orientación estelar cuando son presentadas con una vela, y mueren quemadas, tenemos sistemas que se han desarrollado con la evolución, que en principio eran para una cosa, pero fallan con distintos estímulos. Así, los niños chiquitos encuentran natural obedecer a sus adultos, pues su instinto les dice que si ese tipo ha llegado a ser tan grande, es por que sabe como sobrevivir, y es lógico hacerle caso. Y no se detiene a cuestionarlo, pues probablemente morirá (recuerden, la especie tiene millones de años, lo de nosotros es nuevo). Esto es llevado al extremo cuando el niño, ya no tan chiquito, se cree cualquier incoherencia que le dicen, por el mismo ejemplo del adulto: si todas estas personas creen en este conjunto de creencias, entonces el conjunto está bien, y es lógico seguirlo. Y tampoco se para a cuestionarlo. Y ese es tan solo un ejemplo/explicación entre montones. Pero es uno social-evolutivo, a diferencia de los cosmológicos-científicos que normalmente me gusta esgrimir.

Recuerden, un niño no es católico, de la misma forma que no es panista ni le va a los Bulls, ¿cómo puede serlo?, tan solo tiene padres católicos.

Realmente jamás me he tomado la molestia de escribir un post sobre religión con seriedad, en gran parte por que le tengo un desdén impresionante a todo esto. Y encima por que la discusión no llegará a ningún lado, la religión embota el pensamiento crítico. Yo se que tengo razón en no creer en nada. El religioso cree que tiene razón en creer en algo. Hay una diferencia astronómica que el cerebro religioso es incapaz de entender, y de ahí la discusión degenera en nada. ¿Soberbia la mía también dices? Pues por supuesto, pero hay una diferencia enorme entre la seguridad que nos da la ciencia, con su capacidad de corrección y predicción, a la que crees que te da la religión, con su capacidad de… no, ni se corrige ni predice nada. La “verdad” de la ciencia es mucho más cercana a la verdad universal simplemente por que es la que mejor describe al universo.

Y, si jamás me he tomado esa molestia ¿por qué ahora, y por qué tan informalmente? Pues por que no tengo mucho que hacer y ese comentario en el radio me enfadó demasiado. ¡Encima de que creen tonterías, se creen con el derecho de mirarnos con condescendencia!

¡Faltaba más, si los que alucinan son ellos!

Iron Man (2008)

[Tiempo de lectura 3 m]

Iron Man

Iron Man (2008)

Director:
Jon Favreau

Actores:
Robert Downey Jr. – Tony Stark / Iron Man
Terrence Howard – Jim Rhodes
Gwyneth Paltrow – Virginia ‘Pepper’ Potts
Jeff Bridges – Obadiah Stane / Iron Monger

¡Qué peliculón!

En primera, James Bond y Hank Moody juntos no le llegan ni a los talones al gran Tony Stark. Es un billonario exéntrico con un gusto especial por el whiskey y las mujeres hermosas. Cualquier mujer hermosa. Como buen ingeniero consumado conduce un R8, debo confesar que esperaba otro auto, pero pensándolo bien el R8 es una buena opción para un tipo como Stark.

Stark Industries desarrolla y vende armamento de última, lo cual le permite llevar una vida que todos quisiéramos, fiestas, autos, viajes, lujo, todo con una risa sardónica y un comentario pasado de listo.

Pues bueno, como faltan tres semanas para que estrene en México, no les puedo poner mucho de la trama, así que me dedicaré a elogiar a una gran película de acción, con personajes interpretados por muy buenos actores (ejem, Spiderman, Superman, ejem), efectos especiales que no están sobrecargados y acción que te mantiene en la orilla de tu asiento toda la cinta.

El film, después de dejarnos babeando por la vida que lleva Tony, nos narra como es raptado por terroristas, explica su implante/reactor, desenvuelve la traición en su empresa, y, lo más importante, vemos su traje evolucionar de Mark I a Mark III de manera extraordinaria. Iron Man Mark III es capaz de hacer morder el polvo a jets caza, tiene un HUD (heads up display) que ya desearía cualquier piloto, misiles, salvas anti misil, y por supuesto una fuerza y resistencia increíbles. Además de pintura color Red Hot Rod. De ahí somos testigos de la pelea entre Iron Man y su primer gran enemigo, Iron Monger, de casi el triple de su altura, pasando por sus coqueteos con su asistente.

La cinta es… sutil. ¿Qué cómo? Es un calificativo muy raro para una película de acción, y más de un superhéroe. Pero tiene sutilezas por todos lados, fíjense cuando Tony le pregunta a su asistente, Pepper, si recuerda “aquella noche”, lo sutil es como te dan a entender que lo que Tony recuerda no es precisamente lo que Pepper. El R8 es otra sutileza. En fin, definitivamente deben verla y poner atención.

Tan solo pude encontrarle dos errorcillos de cálculo: cuando Iron Man “aterriza” en el pueblo de los terroristas debería haber creado fracturas en el piso. Y antes, cuando Tony prueba por primera vez su sistema de propulsión y es prácticamente lanzado contra la celosía de su garage/laboratorio, debería haber sufrido fracturas múltiples. Eso si consideramos que hubiese podido despegar, que no por que sus piernas no tenían apoyo, todo el empuje estaba en sus pies y estos debieron haber salido volando, causando que el diera un giro (o más) de 180°, y no salir expelido como sucedió. Y dos errores es muy poco decir, normalmente me la paso toda la película quejándome de esto y aquello.

Dato curioso, noten como Hugh Hefner es ridiculizado hasta cierto punto cuando Stark lo saluda.

Por si fuera poco, Iron Man tiene mucho humor comiquero, pero bien logrado (ejem, Spiderman, Superman, ejem) que los hará carcajearse en más de una ocasión. La foto con el soldado, la borrachera en el jet privado, cuando se quita el guante y pretende usarlo contra Iron Monger, cuando aterriza por primera vez en su mansión… La lista es interminable.

Así que, buenos actores, buena historia, un superhéroe ecléctico y misógino, tecnología al por mayor, efectos increíbles (insisto, pero no saturados), humor, Iron Man es todo esto y más.

Definitivamente:

*****

¡No se la pueden perder!

La importancia de un nombre

[Tiempo de lectura 4 m]

No, no estoy hablando del cuento corto de Don Asimov, sino de los nombres en nuestra vida diaria.

Nosotros no escogemos nuestros nombres, nos son impuestos (mucho como la religión) desde el nacimiento, y no tenemos otra opción que acabar por agarrarles el gusto. Conozco varias personas que odian sus nombres (Marías, Guadalupes, Josés y Juanes me vienen a la mente), pero es mucho más común que la gente esté a gusto con sus nombres, y en muchas ocasiones tenemos dos (y hasta tres incluso), así que podemos escoger uno u otro en tal o cual etapa de nuestras vidas, o circunstancias presentes.

Así que esto no es un gran problema normalmente… pero… ¿acaso no fue Neo quién le dijo a Smith con aires enojados y orgullosos: “My name is Neo” cuando este se dirigía al elegido como Mr. Anderson?

Pues si, y es que hemos evolucionado desde los apodos de la primaria, también hasta cierto punto impuestos, hacia los nicks de los mensajeros y redes sociales. Se que no es una generalidad, pero entre la gente con alta cultura tecnológica ya se dan muchos casos en los que en vez de gritarle a tu amigo al otro lado de la barra “¡Hey, Fernando!”, gritamos “¡Argo!”. Yo por ejemplo en mi agenda del celular tengo mis contactos por nick, y no por nombre.

Y es que en teoría el nick es una manera más personal de identificarnos, supuestamente deberá reflejar nuestra personalidad, o alguna faceta de la misma que deseemos enfatizar. Más aún, los nicks cambian con el tiempo: Anakin se transforma en Caine mediante alquimia seguramente, pues no tienen paralelo estos personajes. Los nombres propios son mucho más difíciles de cambiar, o incluso indeseable hasta cierto punto, a menos que seas artista o travesti.

¿Originalidad? ¿Neo? ¿Sabes cuántos Neos hay en este mundo? Seguramente no más que Josés en tu colonia. La originalidad deja de ser un factor cuando somos 6.5 mil millones de personas en la Tierra. Nadie puede encontrar un nick original, a menos que sea un galimatías sin pies ni cabeza, que nadie pueda leer y mucho menos pronunciar, como nuestro santo patrono Cthulhu.

Una ventaja extra de los nicks, es que nos proporcionan cierto anonimato en las internets.

Obvio tenemos nicks ridículos como los que son los diminutivos con los que sus parejas les llaman, o sus nombres en diminutivo, pero con mayúsculas y minúsculas intercaladas, e incluso palabras al revés. Pero en realidad estos no son nicks en toda forma, para que lo sean deberán cumplir las siguientes características, por que lo digo yo por supuesto:

a. Elegidos por uno mismo.
Esto es, que sean auto-impuestos. No se vale que “así me dicen los mais de la cuadra”, ni tampoco “mi chiquirrita preciosa me dice así en la intimidá”
Uno debe escoger su propio nick, obviamente las influencias externas cuentan para esta elección, pero hasta cierto punto, y no deben ser determinantes.

b. Razón oscura.
O dicho de otra manera, debe haber una razón poderosa para la elección del nick. Y entre más rebuscada, oculta, y desconocida por los pobres mortales de tus contactos, mucho mejor. Después de todo, tu nick es especial.

c. Egoísmo.
Tu nick deberá ser distinto al de cualquiera de tus contactos, esto es indispensable y sobra decirlo, pero hay cada tipo…

Ahora, ¿qué hay de los tipos de nick? Pues tenemos a:

1. Fauna y flora silvestre.
Piranhas, Osos, Pollos y similares. ¿Qué no podían ser un poquito más originales? Concedido que por lo general estos nicks son apodos arrastrados de hace muchos años, pero vamos, ¡cámbienlos!

2. Protagonistas de moda.
Los ya mencionados Neo y Anakin, además de Trinity, Morpheus y demás personajes de películas de moda. ¿Saben cuántos de cada uno tengo en mi lista? El colmo de la ineptitud y el poco seso. Pronostico varios “Meteoros” y “Starks” en los próximos meses. Y predigo que serán los mismos que tienen sus autos “tuneados”.

3. El diminutivo que no aplica.
Si te dices con un diminutivo que no aplica para tu nombre, es algo totalmente ilógico y ridículo. Y conozco a varios así. Por poner dos ejemplos (¡totalmente al azar!): Anny es diminutivo de Ana, y Male de María Elena (ni de Anahí ni de Magdalena). Este caso también son apodos familiares arrastrados, y también aplica la poca imaginación. Generalmente, para compensar, usan mayúsculas y minúsculas intercaladas.

4. Los ilegibles.
Por lo general emo/gays, o adolescentes cosquillosas idiotas son los que hacen uso de jeroglifos y signos alienígenas antes y después, e intercalados, en sus nicks. Pondría ejemplos, pero ya se dan la idea de que hablo. Esto es signo inequívoco de inadaptación social y lagunas mentales severas.

5. Los Grandilocuentes.
Qué más bien dan pena, son los Hummers de los nicks, esos nacazazos que se ponen “El Gran Fulanito” y “Hermosa Princesa Sutanita”, creo que queda claro que el que mucho presume… tiene problemas y traumas de inseguridad.

6. El totalmente idiota.
Son aquellos que ponen su frase en donde va el nick. Completa estupidez es el diagnóstico y muerte inmediata la solución.

7. El diminutivo que si aplica pero sale sobrando.
Princesa. Kiki Mazapán. Y los diminutivos de nombres bien aplicados. Pocas cosas en este mundo hacen gala de una falta de materia gris tan avanzada e irreversible. Este caso también va acompañado de mayúsculas y minúsculas intercaladas. Curiosamente las féminas son las que usan esta categoría.

8. Inversión cerebral.
Fácil: muñeka, pero al revés, y para que se vea más xido we sin ñ: Akenum. Y un caso extremo sería voltear tu nombre y, prepárense: ¡Sacar un diminutivo de eso! Teresa -> Aseret -> Asse. WTF!

9. Ejecutivos.
Firma: J.
O bien: jfg.
¿Qué diablos es eso? Sus iniciales solo aplican en el décimo noveno piso de su edificio corporativo, justo antes del pent-house y después del sky garden, en el memo importantísimo que están a punto de decirle a su secretaria, digo, perdón, Asistente Ejecutiva, que mande a todos sus subalternos. En serio, consíganse un mugre nick.

10. Los que se quedaron en el tiempo.
Cl@udia. G@by. @m@r.
¡La madre! Estos son el colmo peor de la falta de imaginación, neuronas y sinápsis. Sus casos están fuera de todo tratamiento médico.

Estoy seguro que hay muchos más, pero el lector ya se dio una idea. Así que ya lo saben, para ser alguien en teh internets, hay que tener un buen nick.

Esto se acabó

[Tiempo de lectura < 1 m]

Por causas de fuerza mayor, mi blog se cierra a partir de hoy.
En un mes desaparecerá cuando mi hospedaje se venza.
El dominio en poco menos de un año.

Gracias a todos los que comentaron e hicieron este espacio algo interesante y divertido.

Adios.