El nuevo G-Shock Rangeman de mil dólares es justo el camino que debe tomar Casio para el futuro de los G. Olvídense de ediciones especiales de bisel martillado por Atenea y con manecillas, ¡ESTO!
Excepto por los mil dólares, claro: históricamente, G-Shock ha sido una marca accesible. Y ahora tiene un segmento de lujo 🙄. Peor, su intención es justamente posicionarse como una marca up market.
Este reloj es cinco veces más caro que su predecesor, que aún está vigente. Casio parece estar haciendo un Seiko.
Hacer un Seiko:
Tratar de convertir o posicionar una marca tradicionalmente accesible, muy bang for the buck, en una de lujo entry-level, y no parar, cada vez sacar modelos más y más caros hasta que la gente se haya acostumbrado y no haya de otra.
Casio debería darse una vuelta por los blogs, para medir un poco el descontento general contra ellos y Seiko por inflar sus precios. Y, quizás sea justificable hasta cierto punto—es un hecho que estos son relojes superiores—pero uno está acostumbrado a otra cosa con ambas marcas.
Eso si, el G-Shock GPRB1000 Rangeman se ve del futuro; en comparación hace ver primitivos a los LCDs. Es el primer Master of G de última línea no solo completamente digital, sino ¡qué chulada de digital!
Estoy convencido que Casio le dedicó mucho R&D a la línea análoga, por que en sus juntas alguien decidió que querían dejar de ser vistos como relojes para niños, y en el brainstorming siguiente se determinó que las manecillas son cosa seria. El Rangeman es la aplastante demostración que están equivocados, que G-Shock siempre debe ser digital.
Comparándolo, se ve como proper electronics. Algo que leí alguna vez de los electrónicos de Apple, es que no se ven como aparatos electrónicos propios, sino como ejercicios de diseño, y siempre he preferido los electrónicos que se ven como lo que son y hacen. Se ve como un G-Shock muy maduro y eficiente, contra el tal vez infantilismo de una pantalla de cristal líquido. Se sigue viendo como un juguete, sí, pero como un juguete con propósito, útil y resistente, no como los smartwatches normales que se miran muy frágiles.
Tiene peros, claro, y son más evidentes al tratarse de G-Shock: la ya mencionada incongruencia entre precio y company core value, la batería no dura nada—para un GShock, estos miden sus cambios de pilas en décadas o nunca—y si la función solar no es al 100% (la carga principal es via USB inalámbrico), ¿porqué no dedicar más espacio a display en vez de a bisel solar, o mejor aún, hacer el reloj más pequeño?
Y por último, eso, su tamaño. No incluyo foto con alguien usándolo, pero de verdad se ve ridículo. En la primera foto está con el modelo anterior, y ese GW9200 ya era muy grande.
(Sí, sí, entiendo que lograr 3h de GPS con una carga solar de 4h en este formato es un hito en la ingeniería, pero de verdad las pilas de estos relojes duran o más de 10 años o la vida útil del reloj).
En algún momento pensé upgradear mi Riseman por el anterior Rangeman que menciono, pero aún este ya se me hacía un pelín caro para ser G-Shock, a unos $6,000 en su momento… El nuevo Rangeman ronda los 20mil.
Esperemos 3 ó 4 iteraciones más, y ya tendremos mejor carga solar y proporciones.