Los fotógrafos son otra raza maldita que aqueja a la humanidad, gracias a sus múltiples variedades y humos elevados, le dan mal nombre a los que de verdad lo son.
El Fotógrafo de Sociales
El clásico que te toma fotos en la boda o xv años con los de tu mesa o tu pareja y dos horas después te trae varias, cada una peor que la anterior, de a 30 a 50 pesitos.
Este espécimen es el menos molesto de todos, generalmente es por que de verdad son gente chambeadora, le están jodiendo en altas horas de la madrugada para sacar una lana extra, escogen las fotos, van y vienen al laboratorio, etc.
Su producto es mediocre, casi siempre tienen cámaras muy básicas, y es difícil exigirles más con las prisas y el nulo control que tienen sobre la iluminación.
Ultimamente me han tocado de oídas algunos que les dicen a los invitados que ven con cámaras decentes que “Lo siento pero no pueden tomar fotos, soy el fotógrafo oficial del evento”. Esto se da cuando el paquete contratado incluye foto. Obviamente nada más fácil que mandarlos al carajo.
Su máxima evolución son los que trabajan para revistas de sociales, esas en las que “personas importantes de la sociedad” salen en las mismas fotos malas de siempre con pies como “MaryFer, Paola e Yvon, hijas del empresario Don Gustavo, en el cumpleaños de su sobrina Anita”, o también las fotos en los antros de moda.
Se consideran Fotógrafos Profesionales en toda forma, y lo son en realidad bajo la definición de que se dedican a eso y la mayoría de sus ingresos vienen de la fotografía.
Es imposible juzgar que tan buenos son hasta que no tomen otro tipo de fotos, o viendo sus fotoblogs personales (no tienen, no los conocen). Utilizan cámaras propias, de nivel de entrada a medio-bajo.
El Fotógrafo de Medio.
Desconocidos por la mayoría, son los que toman las fotos que ves en las revistas del corazón, guías de televisión, de espectáculos, conferencias de prensa, etc.
Estos son una verdadera plaga maldita, todos van “uniformados” con sus chalequitos ridículos con 10 bolsas en las que no guardan nada, son personas desaseadas y malolientes, lo cual es muy comprensible pues generalmente se mueven en transporte público y tienen varios eventos al día.
Le gritan a los artistas y personalidades a los que fotografían “Hey Rober voltea pa’ acá” a tipos como Robert Downey Jr, y cuando Mr. Iron Man no voltea: “pinchi culero pa’ qué vienes tons”.
Si alguna vez tienes la necesidad de verte envuelto en algún evento así, como fotógrafo, se entiende, te recomiendo que llegues al menos 30m antes del photoshoot, así apartarás tu lugar antes de que esta plaga decadente invada el recinto. Sobra decir que no abandones tu lugar para nada; como se conocen entre ellos, su “medio”, se apoyarán para ponerse en contra de quién se atreva a verlos feo.
También se consideran, y son, Fotógrafos Profesionales bajo la definición anterior. Igualmente no se sabe si sepan tomar buenas fotos. Utilizan cámaras de nivel medio a medio-alto, no son de ellos sino del “medio” del que vienen.
El Noveau-Fotographer.
El clásico joven con cámara nueva al que toda su familia le dice que “que bonitas fotos, mhijito” y que decidió dedicarse en parte a la fotografía, a hacer Ceciones Fotográficas.
No han estudiado nada de fotografía, usan sus cámaras en los modos automáticos, usan el “beep” del autoenfoque, y lo peor de todo: pululan.
Son los clásicos hipsters con iPods y cámaras al hombro que ves no en los lugares turísticos clásicos, sino junto a ellos, pues es muy “mainstream” tomarle fotos siempre a lo mismo.
Sus ángulos son imposibles y sus fotos súper-creativas, o eso creen ellos.
Son completamente inofensivos, casi siempre son muy jóvenes (recién entrando a la uni) y escuálidos y débiles.
No son fotógrafos profesionales, pues lo suyo es por amor al arte y o estudian o trabajan de otra cosa. Usan equipos propios, point and shoots medias a altas o DSLRs medias.
Alguno se dedicará después por completo a la fotografía.
El Pro.
El “Fulanito Artistic Photography”, el “Menganito Photographer Pro”, el “Mi marca Fotos Artísticas” y similares.
Esta raza maldita es de las peores, de entrada no saben hablar ni español y pretenden poner sus “títulos” en inglés; mal puestos obviamente. Siempre tendrán algo referente a lo Pro que son o a lo Artísticas que son sus imágenes.
Se sienten fotógrafos verdaderos. Son fotógrafos profesionales pues se dedican a eso, tienen páginas o fotoblogs o al menos facebooks para sus “marcas”. Pero no son fotógrafos verdaderos pues sus fotos siempre son la blanco y negro con el acento en color, el exceso de blur y glow en el retrato de alguna chica, el HDR malísimo de un paisaje… Ya saben el tipo de fotos de las que hablo.
Utilizan equipos propios medio-alto a alto.
Algunos, por puro tirar fotos, seguirán en el “medio” muchos años y otros pocos se harán un nombre.
El Fotógrafo de Corazón.
Siempre toma fotos, en todos lados, con cualquier tipo de cámara. Las publica por cuanta red social se cruza y todos lo ven siempre con la cámara al hombro.
Pueden ser confundidos con los hipsters, pero la diferencia es que los de corazón no se creen fotógrafos, si les preguntas o de plano dirán que no lo son, o que se dedican a eso pero se sienten incómodos con el título.
Otra diferencia es que tienen fotoblogs y además sus equipos son de mayor consistencia.
Son autodidactas, y tienen sólidos conocimientos técnicos, si bien tal vez sus fotos sean un poco “cuadradas”, pero eso es por que no son, ni se consideran artistas. Creen realmente que la fotografía y el fotógrafo están muy sobrevaluados.
Son inofensivos hasta que platican con otra especie y dicen cosas como “ya todos son fotógrafos” o bien “de los aquí presentes ninguno es más fotógrafo que el otro”.
Tienen equipos propios siempre de la serie semi-pro a pro, bajo el entendido que entre mejor el equipo, menor el retoque digital. Fans de visores al 100%.
El Pro de Verdad.
El ya conocido, fotógrafo de renombre, con estudio y equipo al por mayor. Precios caros y agenda llena.
Este, llegó a ser Pro en base a evolucionar de alguna de las especies menores, ya sea por técnica y aplicación, o bien (la mayoría) por simples muchos años de hacer lo mismo.
Le gustaba mucho tomar fotos, pero a base de tomar tantas ha perdido el “feeling” y sus fotos son siempre las mismas, peor por que son siempre las mismas de quinceañeras con el fondo editado de una fuente, un bosque, un glow angelical.
Se anuncian por donde pueden, y pueden en muchos lugares pues ya lo pueden solventar. Las demás especies los miran con odio/envidia/celos: Envidia por que ya quisieran todos el equipo que usan, Odio por que nadie quiere convertirse en ellos y tomar tanta foto tan mala, Celos por que en el fondo todos creen tomar mejores fotos que cualquier otro, y por qué aquel va a ser más famoso que yo cuando no tira nada.
Pues ya, tenía mucho de no escribir algo medianamente decente, y esto lo pongo por que últimamente la fotografía ha representado ingresos importantes para mi, trabajo en ello hasta cierto punto, y quiero evitar al máximo caer en cualquiera de estas razas malditas.