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Una belleza negra.
Ya tenía un rato de querer comprarme un Oris, y ahora con su asociación con el equipo Williams de F1 (casualmente mi equipo favorito) no me pude resistir.
Caja de acero inoxidable con recubrimiento PVD negro, muy probablemente AlTiN (nitrato de aluminio titanio). El PVD (Physical Vapour Deposition) es un proceso en el cual se crean enlaces químicos entre la capa a aplicar y el metal. De manera que el recubrimiento es súper durable, resistente a rayones, inoxidable y en definitiva infinitamente superior a cualquier otro método de recubrimiento.
La caja viene angulada en la parte posterior, lo cual la hace comodísima, y tiene 4 tornillos de acero inoxidable que la fijan a la parte superior. Se ve muy bien el contraste negro/acero. También el brazalete embona directamente en la caja (algo que no es muy común), lo cual también aumenta la comodidad y funcionalidad. Es de 40.5mm así que es grande pero no enorme.
El brazalete es de caucho, con patrón de neumático de F1, 4 grooves (surcos), con hebilla igualmente recubierta PVD.
El movimiento es un ETA 2836-2, modificado por Oris. Este es un caballo de trabajo en la relojería, incluso Breitling lo usa. Con rotor pintado en rojo, se ve muy bonito.
El cristal es de zafiro artificial, irrayable excepto por un diamante, y el cristal posterior es cristal mineral. Resistencia al agua 50m, pero ya se sabe que con estos relojes lo mejor es no meterse a nadar, comprate un Casio/Citizen/Seiko/Swatch y nada tranquilo, que no pierdes nada.
Superluminova en los indicadores de minutos y las manecillas. Día y fecha, logo de Oris y Williams F1. Todo muy bien logrado, y el contraste negro/blanco lo hace un reloj de lo mas sencillo de leer. Impresión tipo fibra de carbono en la carátula y acentos azules en día y fecha.
Lo único que les falló es que el cristal de zafiro tenía que ser anti-reflejante, pero eso se lo reservaron para los modelos con cronógrafo de la misma línea.

El rotor en rojo.

Detalle de la carátula con el logo de Williams.
Me ha gustado mucho, y algo muy bueno es que no llama mucho la atención.