Si no lees, no sabes escribir. Si no sabes escribir no sabes pensar.
-Juan José Arreola.
Tenemos un problema enorme como sociedad—y siempre lo hemos tenido: el pensamiento mágico. Creer en los horóscopos, la homeopatía, cualquier dios, telekinesis, telepatía, solo nos hace daño y limita nuestra evolución real como especie
¿Por qué es importante tener un método para evaluar nuestras creencias y el mundo físico.
¿Por qué como especie siempre hemos creído en la superchería? Bueno, Carl Sagan en Los Dragones del Edén nos lo pone bien fácil, y simplificando groseramente, todo es culpa de la evolución; la presión del ambiente dio preferencia a quienes escuchaban a los viejos, pues las ventajas son obvias. Además somos hijos de los que huyeron, pues valía más huir del viento que quedarse y darse cuenta era un tigre. Esto, aunado a nuestra necesidad de describir el mundo físico, desde que inventamos el lenguaje, resultó la receta perfecta para creer tonterías.
Después muchos se dieron cuenta que podían sacar provecho personal, pero eso es otro tema.
Entonces, el creer tonterías es una reacción secundaria resultado de características que le resultaron ventajosas a la especie en algún momento, y a pesar que ya no lo sean, o la ciencia nos haya liberado, aún la mayoría de la población tiene alguna creencia.
Por si fuera poco, no sabemos escribir porque ni leemos ni sabemos leer, por tanto no sabemos pensar. No puede haber entendimiento cuando para cada quien una cosa significa algo distinto, y cuando cada quien tiene su muy particular versión de incoherencias. Y nos creemos cualquier cosa, cualquier fake news, nos enteramos de lo que pasa en el mundo con memes, “es de que para mí, sí funciona”
…
En una reunión con amigos, pasamos gran parte de la misma platicando con uno de nosotros que sufre esquizofrenia, y nos resultaba sorprendente que a pesar de este amigo saber perfectamente que la esquizofrenia provoca alucinaciones y distorsión del mundo real, ¡escogía creer que sus alucinaciones y creencias eran reales!
Y tratamos de hacerle entender que el método científico y la ciencia son las herramientas únicas y mejores que tenemos para entender el universo, haciendo hincapié en conceptos básicos como la carga de la prueba, la navaja de Occam, que la ausencia de pruebas no es prueba de existencia… Y decidí mandarle un correo con más información, esperando le sirva, que se convirtió en este post. Mi objetivo es que, si bien seguirá sufriendo los efectos de la enfermedad, por lo menos esté consciente que es posible lo que crea no es real, y cómo saber si algo es o no real y válido.
Así, este es el “kit de detección de sinsentidos” (aquí en español) por el mismo Sagan—uno de los astrónomos y divulgadores científicos más útiles que el mundo ha tenido.
No es que “lo diga él” y por eso funcione, sino que se puede pensar en esto como una reducción / aplicación del método científico a la vida cotidiana.
Esto es muy importante pues es indispensable poder distinguir entre la realidad y la fantasía, especialmente con esquizofrenia, pero obviamente aplica para todos. No es posible funcionar “correctamente” en el mundo si no se puede distinguir lo real de lo inexistente y fantasioso.
En el caso de mi amigo, nos quedo claro que es incapaz, físicamente incapaz, de distinguir lo real de lo irreal, y si bien esto probablemente jamás le cambie, sí será posible que logre llegar a saber distinguir que cosa es irreal, aunque la continue experimentando. Como le decía otro amigo: su sentir es real, su experiencia sensorial es real, pero esto no implica que el suceso sea Real.
Insisto en que nos llamó muchísimo la atención que él entiende perfectamente que la esquizofrenia provoca alucinaciones, nos lo dijo. Él sabe que estas alucinaciones no son reales, lo afirmó. ¡Y aún así se las cree! Este solo punto debería bastar para que tratara de ser honesto consigo mismo y sus creencias personales y experiencias sensoriales, y trate de juzgarlas con eso, con honestidad interna.
No pretendo que aplique cada punto a cada situación, nunca acabaría, pero sí que le de una leída y entienda de lo que se trata, sobre todo los puntos principales como:
- La falta de pruebas no es prueba de existencia: nadie ha demostrado que no exista dios, por tanto existe, es un argumento equivocado.
- Siempre debe haber confirmación independiente de los hechos: la mesa vibrará si él tuviera un súper poder y todos seríamos capaces de verlo sin problemas (¿se dan cuenta que ridículo se oye eso? En 2019, ¡por favor!) independientemente si hay o no un “ambiente hostil” (pretexto clasiquísimo de los charlatanes de verdad).
- La Navaja de Occam, ante dos posibles explicaciones, la más sencilla es normalmente la correcta: o existe la telepatía y nadie ha podido demostrarla, o es fraude de gente sin escrúpulos para ganar una lanita, además de los que la alucinan y se la creen.
- No dar por buenas preguntas sin sentido: “todo lo que imagines puede existir”, debería ser evidente la falsedad implícita: somos capaces de imaginar cualquier cantidad de cosas imposibles de existir, como una luna de queso.
James Randi, el escepticazo que fundó el “Premio Randi a lo Paranormal“, ha dedicado gran parte de su vida a descubrir charlatanes que doblan cucharas y curan el cáncer con magia; siempre resulta que no funcionan ese día por “ambiente hostil” o porque los están grabando. Navaja de Occam: ¿qué es más probable, que primero exista la magia, luego que nadie haya sido capaz de demostrarla, encima que haya energías negativas que impidan su funcionamiento—ambientes hostiles y cámaras de televisión—o simplemente que todo esto sea puro choro? La carga de la prueba: que no existan pruebas contra la magia, no implica que la magia exista, y es al revés: el que crea en la magia es quien está obligado a demostrarla.
https://www.youtube.com/watch?v=2MFAvH8m8aI
Dirán que en qué afecta: bueno, creer en la magia, en sinsentidos, en incoherencias, lo único que hace es que te impide pensar (sin contar la de dinero que se pierde en estos fraudes).
Ya no eres capaz de preguntarte cómo funcionan las cosas, cómo funciona tu entorno. Ya olvidaste el placer de descubrir, de entender. Y no solo te impide pensar, también te impide platicar y entender a la gente: no es posible la comunicación cuando tu “puedes hacer vibrar la mesa por telekinesis, pero solo si hay un ambiente no hostil, y en 20 años vamos a ver al fin la era de acuario, y los Illuminati nos vigilan”.
No se puede ir por la vida sin saber como pensar, sin tener un método simple para determinar si algo es real o no. No se puede ir por la vida pensando mágicamente. No se puede escudarse en la ignorancia.
La ignorancia se cura leyendo. Solo la ciencia y el humanismo avanzarán a la humanidad; no la magia ni la religión. Las creencias fueron una parte muy importante de nuestro pasado pero no hay razón de porqué deban ser parte de nuestro presente y futuro.