There’s a place, called tomorrow
a place of joy, not of sorrow
Can’t you see? It’s a place for you and…
¿Qué tal si…?
En esas tres palabras se basa la ciencia, toda la ciencia. La curiosidad humana es lo que nos distinguirá de especies de otros mundos. Insaciable.
La película La Máquina del Tiempo, basada en la novela del maestro Wells, es buena, entretenida, divertida y bien lograda.
El profesor Alexander pierde a su prometida, y decide crear una máquina del tiempo para evitarlo. Lo logra, la salva… pero tan solo para que ella muera de otra manera. Se da cuenta que no es posible cambiar el pasado.
Alexander y su máquina del tiempo.
No encontrando la respuesta, decide viajar aún mas lejos, pero es sorprendido por una Luna destrozada, lloviendo a meteoritos del tamaño de continentes sobre la tierra. Se golpea contra su máquina, y continúa viajando, hasta por ahí del 800,000 y algo.
La humanidad esta dividida en los Eloi (humanos corrientes) y los Morlock (subdivididos en castas, cazadores, cerebros, etc.) que se alimentan de los Eloi. Los Morlock raptan a Mara, una Eloi bastante guapa que fué quién encontro a Alexander… Y ahí es cuando la acción empieza. Y mas ya no diré por que se la pasan gimoteando de que siempre cuento los finales ;).
Alexander y Mara.
800,000 años es bien poquito hablando planetariamente. Pero hace ese tiempo nosotros no existíamos. La humanidad no había nacido. Los hombres modernos (nosotros) tenemos apenas unos 100,000 años de andar dando lata por aquí. Sin embargo hace 800,000 años la Tierra era igual, las constelaciones eran básicamente las mismas, el clima era un poco mas frío, pero nada mas.
800,000 años no es nada, es menos que nada.
A mi esas preguntas me corroen como sangre de alien, muero por saber, no, por conocer esas respuestas. Así como alguna podrá soñar despierta con su boda con el príncipe azul, y alguno con el trabajo de sus sueños, yo sueño con que una nave interestelar del futuro viniese por mi (muy a la The Last Starfighter), o un portal temporal (Stargate), vaya, mínimo con la vida eterna. Pero me tengo que conformar con un ejército de novelas y películas de ciencia ficción que lo único que logran es amargarme la existencia con preguntas.
Y para mas inri, nuestra época es terriblemente aburrida. Si si, en un siglo aprendimos a volar y llegamos a la Luna, desarrollamos computadoras y probablemente en muy poco tiempo creemos inteligencia artificial. Tenemos sondas en los extremos mas alejados del sistema solar y tenemos la petulancia de quitarle el título planetario a Plutón. Pero aún no tenemos naves interplanetarias, ni estaciones espaciales gigantescas, ciudades en el espacio, en la Luna. Cruceros Marte-Titán. No hemos encontrado civilizaciones alienígenas y tampoco tenemos espadas laser. De verdad que que aburrido es todo. Mucho mas cuando consideramos que tenemos la capacidad de pensar e imaginarnos ¿qué tal si…? pero estamos atrapados en nuestra época primitiva.
¿Formaremos el Imperio Galáctico? ¿Nos auto-sustituiremos con robots de algún tipo? ¿Podremos ir y venir de Fomalhaut para poder regalarle esa estrella al ser amado?
¿Conoceremos a la civilización de pequeños prismas negros de El Invencible de Stanislaw Lem? ¿Sufriremos las intrigas palaciegas de la dinastía de Cleon I en Fundación e Imperio de Isaac Asimov? ¿Escucharemos mudos de asombro las aventuras del piloto espacial Al Braker en un bar con una buena cerveza Europana? ¿Quedaremos traumados de por vida después de visitar el mundo-océano de Solaris? ¿Nos convertiremos eventualmente en la súper inteligencia, destinada únicamente a responder La Ultima Pregunta y acto seguido echar a andar un universo nuevo?
¡Agujeros negros y súper gigantes azules! Por todas las galaxias que me encantaría saber: ¿Qué tal si…?
