The Goonies (1985)

[Tiempo de lectura 3 m]

The Goonies

The Goonies (1985)

Director:
Richard Donner

Escritores:
Steven Spielberg (story)
Chris Columbus (screenplay)

Actores:
Sean Astin – Mikey Walsh
Josh Brolin – Brand Walsh
Jeff Cohen – Lawrence ‘Chunk’ Cohen
Corey Feldman – Clark ‘Mouth’ Devereaux
Kerri Green – Andy Carmichael
Martha Plimpton – Stef Steinbrenner
Jonathan Ke Quan – Richard ‘Data’ Wang (as Ke Huy Quan)
John Matuszak – Lotney ‘Sloth’ Fratelli

¡Ahhh! Los Goonies. Simplemente la mejor película de aventuras de su época. Se puede decir incluso que definió, o acompañó a una generación que creció leyendo las aventuras de Tom Sawyer y disfrutando Star Wars e Indiana Jones.

Los Goonies eran una banda de rapaces, como la que todos tuvimos, de diferentes edades, gustos y habilidades. Ahí tenemos a Mouth, seguro de si mismo y siempre dispuesto a gastar una broma, a Mikey, tenaz y resuelto en sus decisiones, Data, el chinojaponés todólogo, Brand, hermano de Mikey y galán de secundaria y su novia Andy, la princesa escolar…

La película es un conjunto interminable de bromas y sorpresas. No hay minuto serio, no hay momento en el que algo no este sucediendo en el fondo, y por eso mismo es muy rápida, divertidísima, uno no puede parar de reír, y al terminarla de ver (o por lo menos los que tuvimos la fortuna de verla en nuestra infancia), soñar con poder vivir aventuras de ese tamaño, ¿quién no ha deseado encontrar el cofre del tesoro? ¿Descubrir el barco pirata después de atravesar las peores trampas mortales? Gritos, golpes, ruido, corretizas, un torbellino de acción: eso es The Goonies.

Desde Mouth traduciendo lo que dice la mamá de Mikey a su nueva ayuda casera como “la mota va en el primer cajón, la coca y el speed van en el segundo, la heroína en el de abajo; siempre hay que separar las drogas” en vez de “pants and shirts are in the second, just, just throw them all into cardboard boxes, forget the suitcases” hasta Andy besando a Mikey sin querer, Data cayéndose por todos los hoyos existentes, Brand volando en bicicleta sobre una montaña, Chunk tragando como aspiradora y trampas intricadísimas para tan solo abrir la puerta de la entrada de los Walsh, The Goonies no tiene ni una sola escena aburrida.

Bueno, en el ático de Mikey y Brand, encuentran un mapa del tesoro, y los pequeños (todos menos Brand, Andy y Stef) comienzan la aventura sin pensárselo dos veces. Bajan las sinuosas avenidas de sus casas en la montaña en bicicleta hasta llegar a la playa, se infiltran en el restaurant de los Fratelli, una familia de ladrones asesinos, y encuentran el pasadizo secreto que los llevará a las cuevas subterráneas. Para esto Andy, Stef y Brad se les han unido, y también ya han encontrado un muerto, un monstruo, mucho helado y a los ladrones mismos… Todos excepto Chuck descienden al submundo y comienzan a esquivar de pura suerte todas las trampas que One-Eyed Willy (el pirata del tesoro) ha dejado para quienes osasen intentar encontrarlo.

Los Fratelli se lanzan a la persecución y a estos los persiguen Chuck y Sloth (el monstruo que no es tal). Los Goonies tras sortear las booby traps encuentran el barco pirata y el oro, los asesinos los alcanzan y los gorditos del cuento llegan al rescate.

Al final logran escapar con vida y llegar a la policía, que llama a sus familiares y se reúnen todos en la playa, para firmar el contrato de demolición pues sus casas serán vendidas y destruidas para construir no me acuerdo que, por el rico de la colonia, el padre del snob que deseaba ser novio de Andy pero obviamente no se le hizo.
Para acabarla, por culpa de los Fratelli nadie trae una sola joya ni una moneda de oro encima… ¡excepto en la bolsa de canicas de Mikey!

La última trampa abre la entrada de la cueva y pone a punto el barco para zarpar, así que terminamos con una escena genial del barco navegando entre las rocas de la playa, los Goonies despidiéndose de One-Eyed Willy y los familiares gritando de emoción.

Por supuesto es una película que nadie que se precie de ser niño, o haber tenido una infancia, puede dejar de ver. Es justo como uno se imaginaba los cuentos de aventura sin nombre que leía de pequeño, los peligros, los amigos, el tesoro al final del camino. A mi por lo menos The Goonies me marcó, y a la fecha la veo con mucha alegría, no tristeza, de aquella época de mi vida en que las aventuras épicas eran cosa de todos los días.

Era genial cuando se le veía la ropa interior a Andy, al esta trepar una cuerda, una roca inclinada hacia una abertura en la cueva o cayendo al mar después de “caminar la plancha”.

*****

Sabandijas de Gimnasio

[Tiempo de lectura 6 m]

Bueno, ya tengo un rato de ir al gimnasio, así que decidí escribir un post sobre las alimañas y sabandijas que ahí habitan, hilarante como siempre, y con toda la razón del mundo como no puede ser de otra manera, pues el que lo escribe soy yo 😉 .

Mamis Idiotas o Gym Whores
Ropa más fashion que deportiva, pero de esa que dice “Bebe” y “Dulce Gabana“, aretitos y alguna cadenita, tal vez anillos, todos de oro, pasados de moda. Tenis para andar por la ciudad y no para hacer ejercicio. Escotes que muestran sus senos excesos de grasa.

Son chicas un tanto idiotas que se la pasan brincoteando por todo el piso, haciendo gala de sus boobs desproporcionadas y su risa idiota, pero pegajosa. Su máximo es que algún mamey farol les de a guardar su celular, en cuyo caso lo presumirán como si fuera un trofeo.
Se la pasan platicando y bromeando con todos, y coqueteando con su mamey.
Por más ejercicio que parecen hacer (en realidad no hacen tanto, y lo que hacen no les sirve para lo que quieren) uno no nota la diferencia, siguen con las mismas lonjas de siempre.
Son acompañadas a sus casas por su mamey farol. También checan su celular cada 5 minutos, enseñándole a todos imágenes ridículas y tonos idiotas.
Miran con anhelo a los Sport Billys, pero saben que están fuera de su alcance y se conforman con su mamey desproporcionado.

Mameyes Faroles o Gym Don Juanes
Se distinguen por usar playeras ombligueras y pantalones de payaso 80tero, eso si, prendas viejas y percudidas. Tenis para otro deporte del que están haciendo (pesas). Guantes marca “Guantimex”. Cadenas de oro reggaetoneras. Son tan patéticos que le tiran la onda a todas las chavas del gym… y no tan chavas también.

Son los clásicos tipos mamados de tórax impresionante y brazos gigantescos, pero de piernas de pollo, que caminan balanceándose en ángulos imposibles. Parecen gorilas y no solo por su look, gimen como parturientas cada que hacen un ejercicio para que todos volteen a verlos, y se den cuenta del esfuerzo sobrehumano que están haciendo. Justo como los machos gorilas, o más bien como los mandriles de nalgas rosas.
Sus cerebros se han diluido entre masa muscular y chochitos y no tienen tema de conversación. No tienen ninguna clase de condición física y las poquísimas veces que se atreven a darle al cardio, hacen el ridículo, pues si caminan como changos ya se imaginarán como corren. Por supuesto, le dan al cardio sólo cuando una de sus mamis está en eso.
Tienen un horario muy regular, excepto cuando su mami no va, entonces se van tempranísimo, ahí es donde uno se da cuenta que acaban sus ejercicios muy rápido y lo demás se les va en pavonearse por todo el piso.
Raza inofensiva, pero extremadamente molesta, como los taxistas digamos. Por lo general se sienten entrenadores profesionales y siempre están dispuestos a corregir a cualquiera que esté en los aparatos haciendo algo mal. Queda a juicio de uno hacerle caso a un tipo con patas de pollo y pantalones de pijama ridículos.
Tienen su celular en la bolsa del pantalón y lo checan cada 5 minutos, o bien ya se lo han entregado a alguna mami, como símbolo de posesión.

Los Retros
Toda la línea de ropa deportiva retro. Con bandita de toalla en la cabeza incluida.

A primera vista uno pensaría que visten con lo último de Puma o Adidas, pero después de un examen más cercano se nota que no, que en verdad visten con la primera línea que Puma sacó al mercado, circa 1970 o algo así.
Hacen mucho cardio y muchas pesas, peinados ridículos, no hablan con nadie, no se llevan con nadie y tengo la teoría de que es por que no saben hablar.

Peter Pans
Como su clasificación zoológica lo indica, son tipos que se visten con lycras pegadísimas, casi transparentes, pueden ser shorts o pants, pero en cualquier caso se ven absolutamente putos, totalmente ridículos y sensacionalmente idiotas. Son una subraza de Gym Don Juan, pero en versión puto en vez de reggaetonero.
Se creen que se ven lo más in y hot de la última revista de modelos masculinos, pero en palabras de las chicas que han sido testigos de su sumo ridículo: “sus paquetes dan asco“.

Maestro-san
Estos se sienten contratados por el gimnasio, tienen la obligación moral de irte a decir como hacer bien lo que estás haciendo mal, no importa que estés corriendo, dándole a los bíceps, en la elíptica o simplemente platicando, el Master-san irá a corregirte. Raza molesta y maldita como la que más. Son los clásicos tipos molestos que hablan hasta por los codos, tratando de ser amigables y divertidos, pero tratan demasiado.

Nerds
Los cuatro ojos hacen su aparición, generalmente adolescentes granientos y sin bañarse en 4 días, no hacen nada, se visten de la manera más ridícula creíble, y se la pasan en la baba todo el tiempo, generalmente detrás de las nalgas de alguna gym whore. Llevan iPod y/o GPS para saber como regresar a su casa.

Wounded in Action
Es imprescindible el tipo (o tipa) que siempre está lastimado de algo, algo le duele o de algo se enfermó y por eso jamás puede completar su rutina como es debido. Estos pretextitos son buena onda y dan mucha risa, pues sus múltiples hipocondrias son motivo de mucha y sana diversión.

Sport Billy
Si van a correr, llevan tenis, playera, pants y demás de correr. Si van a spinning llevan tenis, playera, bermuda y demás de bicla. Si es pesas lo de hoy, no se les olvidan sus guantes. Son odiados casi universalmente por el simple hecho de llevar equipo adecuado, y nice para más inri. Ningún Mamey Farol en su sano juico les hablará jamás pues se interpretaría como una debilidad, sobre todo por que las Gym Whores sueñan con que algún Sport Billy les haga la plática.

Gordas Mamacitas
No es necesario que estén tan gordas, simplemente con que no tengan el cuerpo de Jessica Biel basta. Chicas con ropa pegadísima, mallas y tank-tops, y encima de esos como leotardos con tanga incluida, colores llamativos. ¿Y cuál es el problema? Sencillo: lonjas por todos lados, la celulitis traspasa la lycra y nylon de sus ropajes. Dan tanto asco como los Peter Pans. ¿Qué de verdad no se han visto en un espejo?

Por supuesto que todo el ejercicio que hacen consiste en la clase de Danza Arabe y la de Relajación. Así jamás van a bajar ninguna lonja de nada.
Nadie les habla, excepto claro, los Gym Don Juanes, que como ya dije le tiran el chango, digo el perro, a todas las mujeres del gym.

Las Flashdance
Pareja ideal del Retro, las flashdance van vestidas con calentadores (tobilleras), playeras aguadas de cuello amplio, con agujeros por supuesto, y mallas con ropa interior encima, a lo superhéroe de comic.
Tampoco hablan mucho y básicamente se dedican a los aeróbicos, tienen pavor de los Gym Don Juanes y mucho desprecio por las Gym Whores. Tienen excelente condición física y son de las que mejor cuerpo tienen, gracias a que estás si hacen ejercicio.

John Does
Se visten con ropa normal, no sport, no retro; playeras y pants cualquiera, no molestan a nadie, hacen el ejercicio que creen adecuado pero desprecian los consejos de los encargados. Van un mes si y dos no, capaces de hablarles a todas las demás razas pero no acaban de encajar en el gym.

Adolescentes Cosquillosas
Chamaquitas en la etapa hormonal, que hacen ejercicio no por que lo necesiten, sino por que no se pueden estar quietas y este mes toca gym, al siguiente natación, después clases de teatro y así hasta que descubren el sexo.

Como todo adolescente que se precie, son idiotas a más no poder, pero idiotas buena onda y agradables. Son sidekicks de las Flashdance, los Retro, los Sport Billy e incluso los Nerds, pues son una raza polifacética en edad tan temprana que aún no se definen a si mismas. Hasta que un Maestro-san las descubre, entonces pasarán a ser alumnas exclusivas de aquellos, que las harán realizar ejercicios sobrehumanos y completamente en contra de sus necesidades, ante lo cual tendrá que intervenir el encargado del gimnasio a mandar a volar al Maestro-san, innecesariamente pues ya mero se cumplía el mes y las Cosquillosas se irían a otro lado a dar lata.

Mistery Man
Llegan un día, hacen más cardio que nadie, hacen más pesas que nadie, tienen fuerza y resistencia sobre humanas, le dan durísimo al ejercicio… y nadie los vuelve a ver jamás.

Encargados
El chalán de los dueños del gimnasio. Obviamente le hablan a todo el mundo y por esa misma razón creen que toooodas las chicas del gym se mueren por ellos, como ellas les preguntan rutinas y demás, estos se sienten paridos por la divina garza.
Nada más ridículo. Por lo general son una subraza de los Mameyes Faroles, aunque se da el caso (en gimnasios de primera solamente) que si saben de lo que hablan.
No hay mucho que decir de estos, pues salvo las Cosquillosas, los Don Juanes y las Gym Whores, nadie los pela para nada, excepto para quejarse de cuando algún aparato ya no sirve.

Y bien, ¿en qué categoría cabe el amable lector?

El Búfalo de la Noche (2007)

[Tiempo de lectura 6 m]

El Búfalo de la Noche

El Búfalo de la Noche (2007)

Director
Jorge Hernández Aldana

Escritor
Guillermo Arriaga

Actores
Diego Luna
Gabriel González
Liz Gallardo
Irene Azuela
Camila Sodi

Humm… entré a esta película con la esperanza de ver algo muy similar a 21 Gramos, o por lo menos tan divertido como Amores Perros, después de todo, el escritor de las tres es Guillermo Arriaga, excepto que el director de las dos primeras es Alejandro González Iñárritu y por lo visto eso pesa. Y mucho.

Ahora el director es un venezolano nacionalizado mexicano, Jorge Hernández Aldana, y Arriaga queda como escritor y productor.

El elenco, prometía mucho, los ya conocidos Diego Luna y Camila Sodi, y las nuevas apuestas Irene Azulea (que se la pasó viendo mi cámara durante toda la conferencia, o al menos eso creía, hasta que me senté y seguía viendo hacia donde yo estaba… mmm rosquiiiiillas…), Gabriel González y Liz Gallardo. Por ahí todo parecía ir muy bien.

Entonces ¿qué salió mal?

Pues que una cosa es escribir y otra dirigir.

La película es “a saltos” pero uno no se da cuenta y a veces hasta te cuesta trabajo distinguir una escena temporalmente distinta a otra, por ejemplo, en las películas antes mencionadas, los saltos se distinguen sin ningún problema gracias a cambios radicales de escenarios, música, e incluso los personajes cambian físicamente, todo para ayudar al espectador a darse cuenta que tal o cual escena sucedió antes o después de lo que veníamos viendo. En El Búfalo de la Noche no sucede así. Los escenarios son todos idénticos, da la impresión de que todo es azul y lluvioso, aunque no esté lloviendo. Los personajes cambian mínimamente, a saber, solo se dejaron crecer un poco la barba. La música, si bien The Mars Volta rescata mucho, resulta monótona en la secuencia del film.

Esto resulta en que el espectador tiene serios problemas distinguiendo los antes y despueses, tratando de hilar la historia, y opta por mejor dejarse llevar, a ver que pasa después.

Los diálogos y las actuaciones son memorables. He visto peores películas, pero creo que no peores diálogos. Nadie dice nada, y cuando lo hacen, lo hacen sin ganas, por que lo tienen que hacer. No se nota la pasión que tanto han comentado en las ruedas de prensa por ningún lado. Frases totalmente fingidas y anti-naturales; en Amores Perros uno se podía imaginar (e incluso se identificaba) cuando los protagonistas decían tal o cual cosa. En 21 Gramos las emociones eran tan fuertes que uno las daba por buenas. Aquí uno no atina a creer que una persona en la posición de los personajes diría tales cosas, ridículas. La única ocasión en que el público se identifica es cuando Manuel (Diego Luna) realiza una llamada telefónica y al ser atendido por la contestadora dice algo como “pinche puto chingatumadre“.

La verdad los actores se quedaron muy cortos, pero no es su culpa, es culpa totalmente del guión tan pobre y la dirección tan chapucera.

Por otro lado, lo más ridículo de toda la película es el personaje de Camila Sodi. Sacan a una amiga de Manuel de la nada, literalmente, sale 4 minutos en pantalla y solamente para encuerarla. Y ya, le dice a Manuel que se vaya de su casa y jamás volvemos a saber nada de ella. Totalmente prescindible, fuera de lugar, y el único efecto que causa es dejarnos perplejos, y no solamente por poder admirar a Camila Sodi totalmente desnuda.

Ok, ya tenemos diálogos tan pobres que pueden pasar por inexistentes, ya tenemos que los saltos cuestan mucho trabajo de notarse, ya tenemos que hay personajes que solo salen dos instantes para encuerarse.

¿Qué hay del esquizofrénico, el personaje de Gabriel, Gregorio? Bueno, uno esperaría que esa fuera una actuación digna, interpretar a un esquizofrénico no debe ser nada fácil y debe dejar mucha huella en pantalla. Pues uno no se cree que el tipo esté esquizofrénico por ningún lado. Más bien parece que es un pinche vato loco forever. De aquellos que hablan “que pasión carnal, que no se te arrugue pinche maricón, éntrale“. Una actuación totalmente increíble… de que no se le cree, no de buena.

Tania, el personaje interpretado por Liz Gallardo (que me queda muy claro sólo está en esa película por tener la facha de chica mala buenota, seductora implacable) se la pasa entre llorando y desapareciéndose. Además, por supuesto, de pasearse desnuda por toda la película. O se encuera, o la encueran, o ya está encuerada, y si a eso le sumamos los díalogos nulos… pues creo que deja mucho que desear como lo que la película pretendía lograr.

Margarita, interpretada por la londinense Irene Azuela es la que más habla de las mujeres, también es la que proporcionalmente al tiempo en pantalla se encuera menos, pero no lo duden: ¡también se encuera! y como los anteriores, su diálogo no da para más.

El desarrollo de todos los personajes es prácticamente nulo.

Ahora la trama, la cosa va más o menos así: Tania es novia de Gregorio, que está esquizofrénico y es hermano de Margarita, que tiene sus queveres con Manuel, que acaba siendo novio de Tania. Camila Sodi (no me puedo acordar, ni encontrar, el nombre de su personaje) también es affaire de Manuel, pero de ella no se sabe más nada por que, como ya dije, solo sale 3 4 minutos a encuerarse en la sala de su casa, con Manuel acostado en su regazo.
A todo eso le mezclamos un par de policías judiciales, un lobo del zoológico de Chapultepec, el gerente de un motel, el guardia del motel, un empleado del motel, una pistola, una cajita con recuerdos enigmáticos (más bien baratos y burdos), los papás del loquito y Margarita y tenemos que la película:

Se trata del suicidio del loco después de que su mejor amigo, Manuel, le roba a la novia, que más bien es la novia que es una “pinche puta” y le gusta tener varias parejas, y no contento con eso (el mejor amigo) se coge a su hermana (del loquito) (esto en palabras del papá del loco), y de que Manuel (el que se coge a todas las que salen encueradas, o sea todas menos la mamá de Gregorio) está hecho un nudo de sentimientos y nervios (que no se ven por ningún lado en su actuación) ya que ama a Tania (que también lo ama a el, pero eso no le impide denunciarlo a la policía), se siente culpable con Grerorio, le tiene mucho cariño a Margarita y quién sabe que sienta por Camila, y de que Margarita está deshecha por que aparentemente está enamorada de Manuel, y de que Tania es tan hijaputa que no va ni al funeral de su ex-novio (el esquizofrénico que se acaba de suicidar). Todo eso va del cuarto del motel, a la casa de Gregorio/Margarita, a la escuela de Manuel/Gregorio y ya, uno o dos escenarios más. Sin contar claro que el que resulta estar verdaderamente loco es Manuel, a quién le da por amenazar especies en peligro de extinción y a Tania, fugarse de los Judiciales, y acabar siendo apresado por estos (dos veces). Y, por supuesto, no podía faltar otro personaje sacado de la manga, el gordo de Justino (no se llama así, estoy casi seguro, pero no me acuerdo bien, pero va con “Ju”, tal vez Junancio, jaja), primo, o algo así, de Tania o de Gregorio, hijastro del secretario de gobernación, que se encarga de dejar cartitas enigmáticas bajo la puerta de Manuel, contribuyendo a su creciente locura y a nuestra indignante confusión, y que también sale sobrando pues uno no acaba de entender la relación que guarda con nadie.

Lo dicho, aburrida a más no poder, creo que mis últimos párrafos son infinitamente más divertidos que la película, gracias a sus diálogos nulos y múltiples desnudos. Con una trama paupérrima, muy muy básica, que se las da de querer aparentar una complejidad incomprensible, pero que solo resulta incomprensible por su mala ejecución, pobre dirección y monóntona fotografía.

En fin, si lo que quieren ver es a 3 actrices encueradas completamente, a 2 actores igualmente desnudos, un golden shower (que tampoco tenía nada que ver en todo) pues busquen los videos en YouTube, en serio, ahórrense ver este bodrio.

Si, CERO estrellas.

La película está basada en el libro homónimo de Arriaga, y dicen que ese si está bueno.

Ok ok, por petición popular:

*

UNA estrella sólo por que sale Camila Sodi (y todas las demás) encuerada.

Es más, para ahorrarles la renta o el ancho de banda, les dejo un video con TODA la actuación, por llamarla de alguna manera, de Camila Sodi: i.e. su desnudo “artístico”,