[Tiempo de lectura 8 m]Todos hemos escuchado la cantaleta aquella, que si uno le da mordida al tránsito, si tiras tu colilla en la calle, si no recoges la caca de tu lobo enano y retrasado mental (tu perro), si no somos empáticos, y una lista larguísima; el cambio es entonces imposible.
Esto pretende igualar esas situaciones con la corrupción institucionalizada, el saqueo del país por los partidos políticos, la #EstafaMaestra, la tortura del narco, la guerra contra el narco y sus más de 200mil muertos desde que al PAN y a Calderón se les ocurrió, los feminicidios, que no se pueda ya ni andar en bici en este país, y nos trata de concientizar en que si uno no es gente decente, nuestro gobierno no lo será nunca.
Si tu eres bueno, esto jamás te pasará, pregonan los del “cambio está en uno mismo”.
Pues no. No es cierto. Y el que diga que sí lo es, es un ignorante que no se ha sentado a pensar nada jamás.
No voy a tocar aquí esos temas, los enormes, para ello hay muchos mejores lugares; voy a narrar una experiencia personal y con ella pretendo demostrar que no, el cambio no está—ni puede estar—en uno mismo.
Los que pregonan que el cambio está en uno mismo, pretenden igualar tirar una colilla en la calle con el saqueo institucional del país. Aquí mi anécdota personal que demuestra lo contrario, relacionada con el perifoneo en Puebla capital.
El problema del Perifoneo
Todos —los que no vivimos en residenciales de ricos, ¡maldita pobreza!— tenemos que sufrirlo a diario, el tamalero, gasero, el tarado de las paletas del Chavo del 8, el insufrible de los churros, el sonsonete idiotizante de las empanadas, todos tenemos que chutarnos a diario una procesión interminable de infractores que atentan contra nuestra salud y paz mental.
La contaminación afecta el enfoque cognitivo, UNAM.
Y, ¿por qué deberíamos aguantarlo? La contaminación es contaminación, tome la forma que tome, ¿por qué deberíamos tolerar el ruido, cuando sería por ejemplo impensable que alguien vaciara sus bolsas de basura en tu entrada? ¡Es lo mismo!
Los puntos importantes a considerar:
El problema, aparte del obvio, es que las autoridades no hacen nada: uno puede reportar todo el día al 911, al tuiter correspondiente, a las patrullas, y rezar por que se aparezca alguna. Si dicho milagro sucede, hay que proceder a explicarle al pobrecito ignorante patrullero que lo reportado es ilegal y debería ser su obligación evitar la contaminación. Al final solo acaban llamando la atención del infractor, y no se logra nada.
Bueno, con base en las (principales) razones que menciono, que es ilegal, que atenta contra la salud y la Constitución, el año pasado justo por estas fechas es que me decidí a hacer algo más, porque después de todo, el cambio está en uno mismo, ¿cierto?
Así que me dediqué a reportar y reportar, a tuitear mencionando a las secretarías de seguridad locales, al alcalde en turno, al ayuntamiento, a todos los que pude. Y no solo eso, envié correos explicando el asunto y exigiendo una solución.
Al fin, el ex-secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Alejandro Oscar Santizo Méndez, me peló y mandó a un funcionario, Odín Reyes Ojeda, a ver que diantres quería yo y por que tanto alboroto al respecto. Odín se comunicó conmigo y se comprometió a juntarme con el personal de las secretarías correspondientes y ayuntamiento para ver que podíamos hacer. Todo esto puede ser consultado en esta liga.
¡Increíble! ¡Demasiado cierto para ser verdad!
Total, realizamos la Primera (y tristemente única) Mesa de Trabajo sobre el Perifoneo y Contaminación por Ruido en Puebla, en el Centro de Atención Municipal, con Odín representando a la mencionada SSPTM, el titular de la Dirección del Medio Ambiente Baruch Zepeda mandó a Humberto Ramírez como representante, y David Alvarado, Titular de Normatividad y Regulación Comercial, esas oficinas entiendo dependen del Ayuntamiento de Puebla.
Les expliqué a detalle los antecedentes (hasta les llevé PowerPoints impresos, mismos que ligo en el Dropbox), haciendo mucho hincapié en que no era por que yo quisiera, sino porque, además de lo que ya listé, hasta la OMS había ya determinado que el ruido es contaminación ambiental y afecta la salud de la gente, y era su obligación (o habría que determinar de quién) el mantener el perifoneo a raya. Les exhorté a que teníamos que hacer algo, cambiar la normatividad y los procesos de ser necesario, y que de nosotros dependería que esto funcionara.
Obviamente, les di la solución. No iba yo a presentarme a una junta con funcionarios públicos sin decirles más o menos exactamente que debían hacer. Es bien sabido que nuestros funcionarios no tienen capacidad de acción, ni decisión, ni ganas, y hay que arrearlos como niños chiquitos.
Bastante tenemos con el ruido habitual de nuestras ciudades, como para encima aceptar el fácilmente evitable.
La solución al perifoneo es la cosa más sencilla del mundo:
- Declararlo ilegal, con base en art. 4, no dejar duda que es contaminación ambiental, que afecta la salud, que el infractor está contaminando, y que no se va a prohibir la venta en la calle —eso es otra cosa— sino la venta en la calle asistida con bocinas, altavoces, etc.
- Realizar una campaña mediática informando a la población que esto ya no se podrá seguir realizando bajo ninguna circunstancia. Cancelar cualquier permiso otorgado (gaseras) con anterioridad.
Aquí se puede, el alcalde en turno, parar el cuello y presumir un programazo como “Por una Puebla Silenciosa” y ganar puntos para su partido.
- Al mismo tiempo, hacer a la SSPTM y Tránsito Municipal, y Policías Estatal y Municipales, los directos responsables del cumplimiento, que lo persigan de oficio: ¿hace falta un reporte ciudadano si te pasaste el alto, o que solamente te vea una patrulla? Pues lo mismo, si una patrulla ve —escucha— a un infractor, en ese momento que realize su trabajo y lo prohíba. Además, claro, de atender los reportes ciudadanos.
- ¿Cómo funcionará esto? Bien simple: la patrulla detendrá al infractor, le informará de la ilegalidad de lo que está haciendo y que no hay tolerancia para la contaminación de ningún tipo en este estado. Le tomará sus datos via INE o lo que sea, además los del vehículo en caso de este tener placas. En ese instante le retirará la bocina o altavoz y le dirá que aplica tal multa para recuperarla. Lo dejará ir. Así, sin quitarle ningún documento personal: recordar que no interesa meter a nadie a la cárcel ni multas personales, sino eliminar por completo el ruido ocasionado por el perifoneo.
Dichos datos, a una base de datos nueva o existente, y si después reincide el infractor, retirar el vehículo (ojo, ¡no la mercancía!) y aplicar multa mayor para recuperar.
¡Tan simple, más no se puede!
Todos me escucharon muy pacientemente y muy de acuerdo con lo que yo decía, narrando incluso alguna experiencia personal con este problema. Se me informó que… wait for it… uy mi joven, no es posible joven.
¿Por qué? Porque no les toca a ellos, ellos (los de Normatividad) solo ven locales, le toca a Medio Ambiente, los de tránsito nada que ver, las patrullas no están para eso, sería cambiar la norma, eso no se puede… Ya me esperaba la falta de visión monumental, la incapacidad de acción que nos hace preguntarnos “¿y entonces para qué te estamos pagando, funcionario?”, y la negativa obligada. Pero bueno, era la 1ra mesa de trabajo. Mi argumento en contra era aplastante: las patrullas ahí están, no se va a gastar en nada más que en la opcional campaña mediática. ¡Incluso se recaudará algo! Calladitos todos.
También me dijeron que tenían por ahí un programa piloto parado y que mejor ahora que nunca. Dicho programa consistía en enviar un par de patrullas y funcionarios a informar a los locatarios con ruidero que no podían hacerlo o los multarían. Vinieron, recorrieron la colonia donde está mi negocio un día… y eso fue todo. No se logró más. No hubo segunda mesa de trabajo. Los funcionarios ya no trabajan ahí. Nadie hizo nada. El escándalo continuó al día siguiente.
La primera…
y única aplicación…
del “programa piloto” anti-perifoneo en Puebla.
En fin.
Le dediqué bastante tiempo y esfuerzo, le tenía fe al proyecto, logré una reunión con funcionarios públicos (not an easy task!) y… No logré nada al final más que perder mi tiempo. Creo sería mejor salir con dos o tres vecinos y decirle a cada uno de la procesión del ruido que si lo volvemos a ver —a escuchar— en esta colonia, lo vamos a linchar. No hay de otra.
¿Por qué?
Porque, el cambio no está en uno mismo.
Falso. Falaz. Absurdo… E ignorante —o excesivamente optimista y poco informado— el que opine lo contrario.
El que yo no contamine —no haga ruido— no quiere decir que gobierno hará su trabajo, no quiere decir que los demás dejarán de contaminar. Por mucho que yo cambie, no implica que algo más cambiará.
Que nos quede claro: el cambio no está en uno mismo.
Toda la documentación generada, mails, etc, la tengo disponible por si alguien la quisiera revisar.
Y el gobierno ni hace nada, ni quiere hacer nada.
Vaya, ¡si hasta pusieron un helicóptero sirena que todo el día hace más ruido!
Iba a salir mañana a grabar un video y ponerlo aquí, para hacer evidente como hay algunos que estando a 3 cuadras imposibilitan la plática, no se puede hacer nada mientras estén en la colonia, pero nada más me voy a enojar y pelear con ellos, y ustedes saben perfectamente de lo que estoy hablando.
Los del periódico E-Consulta me hicieron el favor de un artículo en su portal.
¡El cambio está en uno mismo!
/s
Por cierto, cambió la administración y decidí retomar todo esto y volver a mandar correos, ¿qué creen que sale al buscar el correo del secretario de Seguridad? ¿Y el de Seguridad y Tránsito Municipal?
¡Jaja! Les digo, no es fácil ponerse en contacto con nuestras autoridades.
…
Actualización enero 2018
Pues no he quitado el dedo del renglón y justo ayer 9 de enero acabo de tener una nueva reunión, con los funcionarios de la nueva administración: me atendió el M.C. Ismael Couto, director de Ecología de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad y su secretaria particular Yuri Ángeles.
Resulta que tienen voluntad de hacer las cosas, a diferencia de los pasados, que ya están haciendo algo, que ya tienen idea de lo que hay que hacer, que sus ideas convergen con mis propuestas, que están haciendo por cambiar la normatividad y dejarle a su secretaría el poder regulatorio, que es gran idea empoderar a las policías para que persigan y castiguen el ruido de locales y de perifoneadores móviles. Que su jefa, Beatriz Martínez, va a presionar a la alcalde Claudia Rivera, para que esta a su vez presione a los regidores y se logre el cabildeo que conducirá a la prohibición y erradicación de la contaminación ambiental de Puebla.
Actualización febrero 2021
De nuevo no se logró nada. La administración actual de Rivera Vivanco no solo no ha movido un dedo por eliminar la contaminación ambiental de la ciudad, sino que ellos mismos generan más con vehículos perifoneando anuncios y exhortaciones a la ciudadanía.
Así no se puede.