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El jardín de Bosch.
Algo que siempre me ha apasionado, pero se casi nada del tema, es la neurología. Todo lo que tenga que ver con el cerebro es fascinante, su evolución, su capacidad, su complejidad. El conciente, el pensamiento, la mente, todos esos conceptos “metafísicos” producto de reacciones químicas en una masa gelatinosa grisácea.
Vamos a hablar de los sueños. Infinidad de gentes creen en el sentido de los sueños. Creen sinceramente que tienen un significado ulterior, creen que son proféticos (este post lo venía preparando en el coche, de camino al trabajo, y casualmente acabo de leer un post sobre los sueños proféticos en La Corte de los Milagros… ¿casualidad? ¿visión profética?), creen muchas cosas, todas ridículas, sobre los sueños. Usualmente son los mismos que creen en la astrología.
Primero, tratemos de entender un poco el cerebro (recuerden que no se casi nada del tema, así que si piensan tomar esto en serio, investiguen un poco más).
El cerebro está formado principalmente por 3 sistemas mayores: El reptiliano, el límbico y el neocórtex.
El Cerebro Reptiliano, como su nombre indica, fue el primero en evolucionar y está encargado de las funciones más básicas del cuerpo, como respirar, el latir del corazón, la temperatura corporal y hasta cierto punto, los instintos. Es el más básico e interior. Es responsable de las funciones automáticas y de supervivencia. Este es el que te hace brincar cuando ves una araña, o estas a punto de ser golpeado de improviso. Tu miedo reside en esta parte del cerebro.
El Sistema Límbico (o cerebro emocional) controla, entre otras cosas, los sentimientos. lParte de la personalidad y conducta, así como la memoria, están almacenadas en el. El sexo, el dolor, el placer, la regulación endócrina y toda la vida emotiva residen en este cerebro. También se cree que procesa toda la información entrante al cerebro, la supervisa. Es el cerebro mamífero, el cuidado de los otros, los sentimiengos de manada están aquí.
El Neocórtex, neocorteza o cerebro superior, es el último cerebro en evolucionar y si bien solo los mamíferos lo tienen, en el humano es especialmente grande. El análisis, el razonamiento, el pensamiento crítico y creativo, la síntesis, el procesamiento de información, la lógica, la capacidad de predicción, causa-efecto, el razonamiento hipotético, todo esto es llevado a cabo por esta maravilla evolutiva. Es el cerebro pensante, es lo que nos hace seres humanos más que cualquier otra cosa.
Así que ya tenemos, básicamente, que:
El cerebro reptiliano controla tus instintos y tus funciones automáticas.
El sistema límbico tus emociones y sensaciones, y guarda tu memoria.
Y el neocórtex es el que usas para pensar.
Muy bien, pero ¿y qué tiene que ver todo esto con los sueños? Pues todo, por que soñamos con el cerebro, y para entender los sueños primero hay que tener un, al menos vago, conocimiento del cerebro.
El neocórtex necesita descansar, igual que el cuerpo, y es cuando dormimos que este cerebro deja de pensar, para dedicarse a pasar información al sistema límbico para su procesamiento y almacenamiento. Queda muy claro que cuando dormimos no pensamos, si así fuera, no dormiríamos. Sin embargo todavía escuchamos un poco y tenemos cierta noción de nuestro entorno, esto es por que el sistema límbico y reptiliano no descansan como el neocórtex, mantienen algún tipo de estado de alerta básico.
Ahora, estos tres sistemas funcionan más o menos bien, pero como todo en la evolución son resultado de prueba y error y casualidades y no son sistemas perfectos, distan mucho de serlo. Entonces ¿qué sucede mientras el neocórtex descansa? Pues que le da permiso a esos otros sistemas a que tomen el control, sobre todo al límbico.
¿Nunca se han preguntado por que los sueños son tan incoherentes? ¿Por que los lugares que soñamos son, pero como que no son? ¿Y las personas que aparecen en ellos, como que eran pero no al 100%? Pues muy sencillo, ¡por que soñamos con el sistema límbico principalmente!
¿Qué no? Veamos:
¿Alguna vez han soñado que algo malo les esta sucediendo, o está a punto de suceder? Todo mundo ha soñado esto, y ¿qué sucede a continuación? Pues escuchamos una voz invisible que nos dice “relájate, solo es un sueño, todo está bien“. Bueno, esa vocesita, esa conciencia, es nada más y nada menos que nuestro neocórtex, que al darse cuenta que el sistema límbico esta pensando demasiadas tonterías, decide entrar en acción para tranquilizarlo. Y ¡vaya que es efectivo! Inmediatamente después de escuchar esa voz, el sistema límbico como vaca pastante, es controlado y relajado.
Ya quedó claro que soñamos por que el cerebro superior requiere descansar, y el cerebro inferior requiere tener cierta noción de que aún tiene el control sobre nosotros. También ya quedó claro que nuestros sueños no tienen sentido ni lógica por que la parte encargada de darle sentido a lo que experimentamos, está dormidota, mientras que la parte encargada de sentir y reaccionar emotivamente es la que está soñando.
Ahora sobre el significado de los sueños. Miremos un par de ejemplos:
A que todos han soñado que caen. Es un sueño mundial, todo mundo ha soñado en más de una ocasión que cae, que corre y caen, que cae de cierta altura, etc. Caer es un sueño recurrente de la humanidad. ¿Por qué?
Seguramente el grueso de mis lectores jamás se lo ha preguntado, pero los que si encontrarán esto sumamente interesante. Durante millones de años fuimos presa de cualquier cantidad de depredadores, como especie no somos muy resistente que digamos y antes no éramos tan listos como ahora. Teníamos que dormir en los árboles, en partes altas, ya que los depredadores son más activos de noche.
Si caías, morías. O te comían en ese momento, o te rompías un hueso, lo cual te condenaba a la muerte segura. Era vital no caerse. Por eso, ese sueño, es tan común, y no solo eso, tan desagradable también. Uno despierta sobresaltado y en alerta máxima (considerando que estabas durmiendo, esa alerta no es total), listo para la acción. Inmediatamente se da uno cuenta que no ha caído, la relajación y el sentido de alivio es total.
Otro ejemplo es soñar que se pierden dientes. Es un sueño sumamente perturbador, muy muy desagradable, y también todos lo hemos soñado. Casi por la misma razón que el anterior, durante millones de años comimos carne cruda y frutos, no había agricultura, no había fuego, teníamos que tener dentaduras muy resistentes. Perder piezas dentales significaba dolores increíbles, no había dentistas, y la muerte por infección o por imposibilidad de comer. En esas épocas, un humano de 30 años podía dárselas de increíblemente lóngevo, no había servicios médicos, y nuestras dentaduras a esas edades ya estaban muy deterioradas. Los que creen en el significado de los sueños muchas veces dicen que este sueño significa la muerte de alguien cercano… si, ¡la propia!
El neocórtex controlando al límbico, los sueños genéticos… A mi me parece que todo esto es una explicación muchísimo más interesante (y sencilla) que creer que tenemos poderes místicos adivinatorios cuando el sol está pasando por la casa de piscis.
Y tampoco entiendo el revuelto completo que hacen los psicólogos al respecto, Freud estaba loco al igual que todos los de su tipo. ¿Por que buscar explicaciones complicadísimas a efectos de causas tan sencillas?
Los sueños no significan nada. Son las alucinaciones febriles de un cerebro inferior que tiene la necesidad de creer que aún tiene control sobre nosotros. En su mayoría están dictados por nuestra memoria genética y nuestra experiencia evolutiva. ¿Qué no se han dado cuenta que expresan nuestros “deseos ocultos”?
Aquello que nuestro neocórtex nos dice que esta mal, no es ético, no es aceptado por la sociedad, es imposible de realizar por fantasioso e ilógico, todo eso es lo que nuestro sistema límbico nos dice que si es posible, pero solo en sueños. Volar, soñar eróticamente con personas que no son nuestras parejas, realizar hazañas sobrehumanas, sueños increíblemente placenteros, increíblemente aterradores. Es el sistema límbico que solo sabe sentir, intentando pensar.
Pero no se preocupen, en un cerebro normal el neocórtex siempre estará cuidándonos de pensar y soñar demasiadas incoherencias. Así como el cerebro reptiliano nos mantiene vivos, el neocórtex nos mantiene cuerdos.
El Sistema Límbico también hace de las suyas en plena vigilia: estar enamorado es comparable a una enfermedad mental. Cuando estamos sumamente enojados hacemos y decimos cosas de las que siempre nos arrepentimos después, por la misma razón que los sueños, por que son momentos en los que este sistema toma control sobre nosotros, su carga es tal que incluso el neocórtex es incapaz de controlarlo, o tal vez sea sano dejarlo a flote de cuando en cuando.
Toda persona que se digne de tener un neocórtex no debe creer en la astrología, ni en la religión, y mucho menos en los significados ocultos de los sueños. Es mejor interpretarlos como lo que son, como ya dije, los delirios de grandeza de un cerebro evolutivamente superado por el neocórtex. Su necesidad de control, su ilusión de control es lo que nos hace soñar.
Dulces sueños.